- La banca será uno de los sectores más sensibles a las políticas de Trump
- Las constructoras se perfilan como las ganadoras y las renovables como perdedoras
Finalmente, llegó la inesperada victoria de Donald Trump, y con ella trae un halo de incertidumbre que, sin duda, moverá a los mercados en los próximos meses. Si el ya presidente republicano cumple con sus promesas, el mundo se tendrá que enfrentar de nuevo a un giro proteccionista tras la victoria del Brexit el pasado junio. Ante estas perspectivas habrá sectores perdedores y ganadores dentro de la economía europea.
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La realidad es que no está nada claro a qué se enfrentan los mercados, y ese es el principal motivo de nerviosismo para los inversores. La victoria de Trump viene acompañada de una falta de definición de cuál será su política económica, aunque se intuye un enfoque más proteccionista. Además, según los analistas de RBC, será beneficioso para el dólar, ya que se prevé un potencial recorte en los impuestos por las ganancias obtenidas en el exterior.
Uno de los bancos más afectados será BBVA, que este miércoles ya cayó con fuerza
Por sectores, uno de los más condicionados por la victoria de Trump será la banca, principalmente aquellas entidades más expuestas al mercado estadounidense y a economías relacionadas con este, como México. La caída del peso mexicano repercutirá considerablemente en los resultados de las empresas con parte de su negocio allí, como es el caso de BBVA, cuyas acciones bajaron este miércoles un 5,7%.
La entidad española tiene un 40% de exposición al mercado mexicano, mientras que el resto de bancos españoles importantes, como Banco Santander también se verán afectados por el devenir del mercado estadounidense. En este caso, las empresas con actividad en Estados Unidos podrían salir beneficiadas si Trump decide cumplir una de sus promesas de campaña, para flexibilizar el marco normativo de la banca.
El impacto de las elecciones estadounidenses en la decisión sobre tipos de interés es también importante para otros grandes bancos europeos como HSBC o UBS, y para entidades de banca privada con grandes depósitos invertidos en EEUU. Si finalmente la Reserva Federal de EEUU (Fed) decide subir los tipos de interés en diciembre, el mercado financiero estadounidense será una oportunidad para invertir.
Las empresas vinculadas a la salud también se verán afectadas. Según los analistas de Fidelity, "el sector sanitario debería remontar el vuelo tras la derrota de Hillary Clinton en las elecciones y su evolución se verá cuando Trump aclare sus planes para la Affordable Care Act (Obamacare) y los precios de los medicamentos".
Por el lado de las farmacéuticas las firmas de inversión JP Morgan y Jefferies coinciden en que el impacto de la legislatura de Trump será muy limitado por lo que lo más importantes será atender al balance de dichas empresas. Los analistas de RBC destacan a Dechra, Consort y Clinigen como las empresas qué más se pueden beneficiar de la llegada de Trump a la Casa Blanca.
Repsol se vería perjudicada por una caída del dólar, ya que es una empresa que ingresa en dólares pero paga dividendos en euros
El precio del petróleo depende de manera muy importante de la fortaleza del dólar, suponiendo una caída de la divisa estadounidense una subida en los precios del crudo. En el caso de la petrolera española Repsol se vería perjudicada por una caída del dólar, ya que es una empresa que ingresa en dólares, pero paga dividendos en euros. Otras empresas europeas en una situación similar serían BP y Royal Dutch Shell, que reparten beneficios en libras esterlinas.
En el sector 'utilities', que acumula una rentabilidad bursátil del 51% en los últimos cinco años, ha atraído inversión gracias al buen rendimiento de sus dividendos. Las empresas españolas más afectadas serán Iberdrola, Red Eléctrica y Enagás. El futuro del sector se verá afectado en función de qué decisión toma la Reserva Federal de EEUU en su reunión de diciembre, ya que es un sector que depende en gran medida de la cotización del 'billete verde'. Mientras Iberdrola opera en Estados Unidos a través de Avangrid, Red Eléctrica y Enagás tienen una parte importante de su negocio en sudamérica, aunque en este caso lo tienen dolarizado.
En el mercado de las infraestructuras todo indica que esta legislatura supondrá un periodo de expansión del gasto tras varios años de moderación, algo que podría beneficiar a las principales constructoras y a proveedores de materiales. Una de de las principales empresas españolas del mercado será Ferrovial, que gestiona la autopista ETR 407 en Canadá.
En sector del transporte, la evolución de las empresas también se verá afectada por el camino que llevarán las distintas divisas. Una subida del dólar provocaría unos mayores costes del carburante para las empresas europeas, incrementando los gastos operativos y reduciendo el beneficio neto. Algunas de las más afectadas en Europa serán las británicas Easyjet y Go-Ahead, ya que no tienen cobertura en el mercado americano.
Sobre el mercado de telecomunicaciones, Trump no ha revelado demasiadas novedades, pero lo que sí es bastante probable que proponga el reemplazo de Tom Wheeler al frente de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC por sus siglas en inglés). Una de las áreas que sería del interés de Trump, según comentarios suyos, es la repatriación de impuestos, aunque hay pocas 'telecos' estadounidenses importantes con operaciones fuera de EEUU.