El ejercicio de prudencia realizado por Mercadona en 2017, sustanciado en el sacrificio de los beneficios para priorizar la inversiones, se ha traducido en una consecuencia lógica: la rentabilidad extraída al capital de la empresa se ha reducido de manera notable.
Según ha comunicado este martes la empresa presidida por Juan Roig, en 2017 obtuvo un beneficio neto de 322 millones de euros, prácticamente la mitad que en 2016, cuando esa cifra fue de 636 millones.
Siguiendo con la práctica habitual de Mercadona, consistente en funcionar con colchón financiero propio y limitar sus pasivos a los vinculados con las necesidades operativas de la empresa -principalmente, los proveedores-, durante el pasado ejercicio incrementó de nuevo sus recursos propios. A finales de 2016 se situaban en los 4.912 millones. Un año después ascendían a 5.113 millones.
Tomando los cálculos que Mercadona ha realizado en los últimos años, esta evolución da lugar a unos fondos propios medios de 5.012,5 millones de euros. Sobre este dato, esos 322 millones desembocan en una rentabilidad sobre los recursos propios o el capital (ROE) del 6,4%, menos de la mitad del obtenido en los últimos años. En 2016, el ROE fue del 14%. En 2014 y 2015 se situó en el 15%. Y en 2013 alcanzó el 16%.
Este descenso ya fue anunciado por el propio Roig cuando presentó los resultados de 2016. "El capital no va a estar contento ni en 2017 ni en 2018", anticipó hace un año el presidente de Mercadona en referencia, precisamente, al descenso previsto de los beneficios durante el pasado ejercicio y el actual.
