- Solaria registra alzas de más del 150% desde el verano pasado y de más del 80% en lo que llevamos de 2017
- GVC Gaesco ha comenzado a seguir a la compañía y le da un consejo de compra
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Es el catalizador que le falta para catapultarla aún más arriba. Solaria forma parte de ese grupo de compañías pequeñas que se han movido mucho dentro del Mercado Continuo pero, en su caso, hay que hablar de una clara trayectoria ascendente. Desde julio del año pasado sube más de un 150% y, en lo que llevamos de 2017, acumula alzas superiores al 80%. La subasta de renovables que se celebrará el próximo día 26 de julio, en la que la energética tiene puestas muchas esperanzas, puede llevarla aún más alto.
"Las posibilidades de llevarnos lo que queremos son muy, muy altas", asegura a 'Bolsamanía' Pierre Nadelar al referirse a la próxima subasta de renovables del 26 de julio
"Las posibilidades de llevarnos lo que queremos son muy, muy altas", asegura a 'Bolsamanía' Pierre Nadelar, director de relación con inversores de Solaria. Nadelar reconoce que no pueden decirle al mercado lo que tiene que hacer, por lo que prefiere no hacer predicciones sobre lo que pasará con las acciones de Solaria si finalmente resulta adjudicataria, aunque recalca que esta subasta va a ser algo "muy potente" para la compañía.
Pero la historia no siempre fue tan bonita para Solaria, que hace dos años estaba en una situación como mínimo complicada de la que consiguió salir airosa 'dando carpetazo' a su actividad industrial y reconvirtiéndose en una empresa de generación de energía solar. Desde que superó esa situación, las acciones de la compañía han ido 'in crescendo' al ritmo en el que ésta iba reforzando su financiación.
"En mayo del año pasado emitimos un primer bono-proyecto con el que captamos 45,3 millones para una de nuestras plantas. Esto nos ayudó a incrementar el plazo de financiación y apalancamiento de la planta, transformó deuda sin recurso en deuda con recurso, saneó caja y nos permitió sanear el balance y tener un fondo de maniobra positivo", explica Pierre Nadelar. "En febrero emitimos otro bono-proyecto de 45,1 millones para otra planta en La Rioja. (...) A fecha de hoy tenemos deuda, pero siempre asociada a proyectos", añade el responsable de relación con inversores de Solaria.
La foto ha cambiado considerablemente para Solaria. La compañía resalta que la deuda corporativa es ahora muy limitada, que su actividad está centrada en generar energía y que los megavatios de generación han ido en aumento y se han duplicado (prevé terminar el año con entre 70 u 80 megavatios de generación). "Contamos con ofrecer en los próximos años crecimientos muy sostenidos porque tenemos la caja y gente interesada en seguir financiando nuestros proyectos", recalca Pierre Nadelar.
"NO NOS GUSTA QUE NOS LLAMEN CHICHARROS"
Solaria defiende que son los buenos fundamentales, además del apoyo que han recibido en los últimos tiempos de un bróker -GVC Gaesco Beka, que aconseja comprar con un precio objetivo de 1,5 euros-, los que han propiciado su impresionante recorrido en bolsa, y evita achacar estas alzas a la especulación. La compañía forma parte de ese grupo de empresas pequeñas que se han movido mucho en los últimos tiempos, que se caracterizan por su fuerte volatilidad debido a su escasa liquidez y que se conocen en bolsa con el sobrenombre de 'chicharros'. "No nos gusta que nos llamen 'chicharros'. Nos gusta vernos como una compañía con fundamentales y crecimiento serios", señala su director de relación con inversores.
Además de la subasta energética de finales de mes, los resultados del segundo trimestre son otro catalizador que, a corto plazo, podría impactar en los títulos de Solaria. En los primeros tres meses del año, Solaria comunicó un incremento en su beneficio del 77% y para este nuevo trimestre espera que las cuentas sigan evolucionando de forma "muy positiva" fundamentalmente porque se ha incrementado el número de megavatios y el perímetro comparable ha aumentado. "La energía solar va a ser una fuente de generación muy relevante a escala mundial y va a demostrar que es una energía más barata que las convencionales y muy competitiva. Ahora mismo hay un apetito voraz por este tipo de activos. Hay que tener mucha confianza en el marco regulatorio y en la compañía", subraya Pierre Nadelar.