• Las ganancias se incrementan en 2016 un 5% con respecto al año anterior
  • La mayor parte de los bancos ha superado las previsiones del consenso de analistas
  • Los ingresos en las divisiones de banca de inversión aumentaron con la volatilidad posterior a las elecciones
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La banca siempre gana. Y con Donald Trump, más. Esas son las expectativas de parte de los expertos, que han pasado a sobreponderar el sector en sus recomendaciones. Las previsiones confluyen con la mejoría generalizada de los resultados de las grandes entidades de Wall Street.

Este miércoles ha finalizado la batería de resultados de los seis grandes bancos cotizados estadounidenses, con un beneficio conjunto de más de 97.000 millones de dólares (ver cuadro tras el texto). Las ganancias agregadas de JP Morgan Chase, Wells Fargo, Bank of America, Citigroup, Goldman Sachs y Morgan Stanley se han elevado más de un 5% con respecto a los 92.000 millones de 2015. Por su parte, los ingresos aumentan un 2% hasta consolidarse por encima de los 410.000 millones.

El crecimiento de los beneficios se produce pese a un primer trimestre para olvidar, en el que el descenso de las operaciones en banca de inversión por la incertidumbre reinante entonces en el mercado y las provisiones por los créditos impagados desde el sector petrolero empeoraron los resultados. Pero desde ahí han mejorado. Con un impulso final en el cuarto trimestre, en el que el beneficio se incrementa un 25% hasta los 24.000 millones, con cinco de los seis bancos superando las previsiones. De hecho, sólo empeoran los de Wells Fargo, que disminuyen un 5% después del escándalo de las cuentas falsas que creaba parte de sus empleados sin permiso de los clientes para cumplir con la escala de objetivos de la entidad.

  • 44,170$
  • 1,82%
  • 69,190$
  • 1,13%
  • 20,680$
  • 1,37%
  • 237,600$
  • 1,99%
  • 123,440$
  • 2,44%
  • 70,340$
  • 2,16%

La tónica generalizada en los cuatro últimos meses del año, según las cuentas publicadas durante la última semana, es de menos provisiones por créditos fallidos y de más ingresos en las divisiones de banca de inversión. Y este último hecho se achaca directamente a Trump. “El periodo de volatilidad en los mercados posterior al resultado de las elecciones elevó el comercio de valores y títulos de renta fija”, aseguró Bank of America.

Wells Fargo y Morgan Stanley son las excepciones en la evolución en el acumulado del año, con caídas del 4% y del 2% respectivamente del beneficio. Por su parte, el beneficio de JP Morgan se incrementa un 1%, hasta los 24.700 millones; el de Bank of America un 13%, hasta los 17.900 millones; el de Citigroup se eleva un 15%, hasta los 17.300 millones; y el de Goldman Sachs aumenta un 21%, hasta los 7.400 millones.

REPUNTE EN BOLSA

La evolución favorable de los resultados se ha traducido en un importante repunte en bolsa para un sector que ha estado por momento denostado tanto en Europa como en Estados Unidos. El US Banks Index, índice que recoge a los bancos cotizados estadounidenses, se desplomó más de un 8% entre febrero de 2007 y marzo de 2009. Desde entonces comenzó una remontada que se frenó a finales de 2015. Pero desde febrero de 2016 volvió a emprender una trayectoria al alza en la que repunta en menos de un año más de un 40%. En las sesiones posteriores a las elecciones del 8 de noviembre el rally de Wall Street y la rotación de inversiones desde sectores como la tecnología a los más tradicionales como la industria pesada, las petroleras y la banca impulsó nuevamente la cotización de las entidades financieras.

El pronunciamiento de la curva de tipos -con mayores rentabilidades en los plazos largos- favorece a los bancos

Así, el sector, además de celebrar sus resultados, se ve favorecido por las perspectivas de menor regulación por parte del Ejecutivo de Trump, la tendencia de reducción de los créditos impagados y el retorno de la inflación, que ha elevado las rentabilidades de los bonos -con caídas de sus precios por su relación inversa-. “El pronunciamiento de la curva de tipos -con mayores rentabilidades en los plazos largos- favorece a los bancos”, explica Lucía Gutiérrez-Mellado, subdirectora de estrategia de JP Morgan Asset Management para España y Portugal. La gestora, de hecho, sobrepondera la banca en su apuesta por la renta variable norteamericana.

De la misma opinión es Ángel Agudo, gestor de fondos de Fidelity. El experto pone el acento tanto en el repunte de los tipos de interés del mercado de deuda como en la desregulación que prevé el mercado, y cita un informe de Wolfe Research que estima que el coste para la economía de la regulación e intervención del sector público roza los 2.000 millones de dólares.

La banca saca así músculo en renta variable y también en renta fija. “Con los bonos financieros, aunque están más correlacionados que el resto con la renta variable, se pueden conseguir mayores rentabilidades”, argumenta Ian Spreadbury, gestor en este caso de renta fija de Fidelity.

Agudo, que antes de gestionar el Fidelity America Fund fue analista de bancos europeos, muestra su predilección por la banca norteamericana en la presentación de perspectivas para 2017 en Madrid de Fidelity. “En Estados Unidos los bancos se financian principalmente por depósitos, y eso es una gran diferencia. Allí hay más liquidez y una ventaja estructural respecto a sus competidores europeos. Además, la situación del crédito está mejorando”, concluye.

Tabla de resultados de los seis grandes bancos estadounidenses.

Fuente: cuentas de resultados y elaboración propia

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