La promotora inmobiliario china Kaisa ha vuelto a ser suspendida de cotización por segunda vez tras cumplir el plazo de pago de un bono 'offshore' de 400 millones de dólares. Los problemas de liquidez de la compañía despiertan el temor a que pueda entrar en riesgo de insolvencia.
La semana pasada Kaisa intentó recabar prolongar el bono. "No hay garantías de que la compañía pueda cumplir con sus obligaciones de pago en la fecha de vencimiento", dijo en un comunicado. De incumplir el plazo de pago de la deuda, el promotor corre el riesgo de convertirse en la mayor suspensión de pagos de China.
Kaisa había dicho a finales de noviembre que reestructuraría los pagos de la deuda extraterritorial que vencen en diciembre ofreciendo a los inversores nuevos bonos por valor de 380 millones de dólares que vencen en 2023. Los bonos originales denominados en dólares estadounidenses tenían un valor de 400 millones.
La compañía ya detuvo las operaciones a principios de noviembre durante casi tres semanas. Durante el último mes, las acciones de Kaisa se han desplomado alrededor de un 20%.
El sector inmobiliario de China se ha visto afectado por las medidas del gobierno para controlar la deuda. Antes de Kaisa los temores los despertó Evergrande. Sus problemas llegaron a un punto crítico después de que las autoridades implementaron la política de tres líneas rojas el año pasado.
Evergrande también ha sido centro de atención esta semana, ya que parecía probable que incurriera en un incumplimiento oficial por primera vez. Según las últimas noticias, Evergrande está listo para avanzar en una reestructuración de deuda que incluiría todos sus bonos públicos y deuda privada en el extranjero. El promotor inmobiliario más endeudado del mundo ha estado luchando por recaudar fondos para pagar a proveedores e inversores.
