- Y aunque salga adelante, sigue sin haber nadie dispuesto a poner los 125 millones
Duro Felguera se juega este viernes su futuro en la junta general que debe aprobar la ampliación de capital de 125 millones a la que se supedita la refinanciación de la deuda. Pero el principal accionista, la familia Álvarez Arrojo, pretende torpedear la operación para abocar a la atribulada empresa asturiana al concurso de acreedores. Según algunas fuentes, su intención es quedársela por un euro.
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Esta jugada sería la venganza de la familia, poseedora del 24,4% de Duro Felguera, y cuyo representante, Ángel del Valle, tuvo que dejar la presidencia en noviembre por exigencia de la banca. Los acreedores consideran que los Álvarez Areces son los grandes responsables de la crítica situación de la compañía, al haberse pagado como dividendo el grueso de los ingresos generados por los contratos logrados por la empresa.
Además, Del Valle está acusado de delitos de corrupción internacional y blanqueo de capitales en el marco de una causa que investiga presuntos pagos de comisiones y sobornos de Duro Felguera a políticos venezolanos. Al forzar el concurso, la familia podría comprar a precio de derribo los activos sanos de la compañía en la liquidación correspondiente, mientras que la banca apenas recuperaría nada de los créditos concedidos.
En esta posición se inscriben los intentos de "enfangar" la situación antes de la decisiva junta de este viernes, según las fuentes consultadas. Uno de estos intentos es la opción de compra de la participación familiar a un fondo mexicano llamado Petroza creado 'ad hoc' para esta operación. Esta mañana el holding de la familia, Inversiones Somió, ha informado que no se ejecutará porque Petroza ha descubierto una contingencia fiscal de -curiosamente- 125 millones y porque la ampliación excluye a los accionistas relevantes, lo que les impediría acudir a la misma.
ACEC TOMARÁ UNA PARTICIPACIÓN SIMBÓLICA, COMO MUCHO
Otro inversor fantasma es el grupo qatarí ACEC, con quien la compañía firmó un acuerdo el 3 de mayo -que no hizo público hasta ayer- para acudir conjuntamente a licitaciones en Oriente Medio, pero quien no tiene ningún compromiso de inversión en el capital. En un hecho relevante de este jueves, Duro Felguera explica que el acuerdo "contempla el interés de ACEC por estudiar una posible participación en la ampliación de capital que llevaría a cabo Duro Felguera. Duro Felguera ha puesto en contacto a ACEC con Fidentiis al objeto de dar curso a dicho interés".
Fidentiis es el banco de inversión encargado de buscar inversores que pongan los susodichos 125 millones y tampoco estaba al tanto de este compromiso. "Como mucho, los árabes tomarán una participación simbólica en la ampliación, pero no van a ser los salvadores de Duro Felguera", asegura otra fuente.
Sea como fuere, el primer 'match-ball' para la supervivencia de la empresa es la junta de accionistas de este viernes; si no se aprueba la ampliación, el concurso es inevitable porque "no hay Plan B". Y aunque salga adelante la propuesta, si nadie pone los 125 millones en la operación, la suspensión de pagos también será inevitable.
LA BANCA: ESFUERZO PARA SALVARLA PERO SIN PONER CAPITAL
Los bancos se han negado en redondo a convertirse en accionistas de Duro Felguera porque no creen en el proyecto. Esa fue la razón por la que fracasó la propuesta del empresario radiofónico Blas Herrero, quien exigía que los bancos capitalizaran su deuda para poder quedarse con la compañía por un euro. En vez de eso, han aceptado una quita del 75% y la concesión de 100 millones más en avales para mantenerla viva.
"Los acreedores han aceptado estas condiciones para que nadie pueda acusarles de provocar la quiebra de una empresa importantísima para Asturias y de dejar en la calle a 2.000 familias. Pero solo si alguien se hace cargo de recapitalizarla porque ellos no están dispuestos a hacerlo. Si no se encuentra a nadie, dirán que hicieron todo lo posible por salvarla", concluye una de las fuentes.