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Just Eat (-0,5%) extiende este lunes sus caídas del viernes. La compañía reacciona en el mercado a los rumores que apuntan a una posible compra de Deliveroo por parte de Uber. Una operación que JPMorgan califica de "agresivo empuje" en el sector.
Con todo, JPMorgan asevera que "desde la perspectiva de Just Eat, creemos que no debería imponerles una gran presión (este movimiento) a la hora de levantar un modelo de entrega de pedidos más rápido de lo anticipado".
La compañía cayó más de un 5% en la pasada sesión del viernes
Sin embargo, sopesan que la presencia de Uber y Deliveroo en otros mercados importantes de Just Eat como España, Italia y Australia, crearía un escenario "poco positivo para sus operaciones internacionales que afectan negativamente a nuestras estimaciones".
Desde JPMorgan destacan además que los accionistas de Uber deberán afrontar dificultades para pedir una prima realmente significativa por este movimiento, lo que a su vez "podría crear grandes problemas a Deliveroo para desarrollar su modelo de negocio".
Just Eat cerró la sesión del viernes dejándose más de un 5% en el Ftse 100 ante una operación que los analistas de CMC Markets afirmaron que causaron la "indigestión" entre los accionistas de la compañía. Para AJBell, "la asociación de dos de sus competidores es lo último que Just Eat querría escuchar" y otro de los rivales en el sector del reparto de comida a domicilio, Delivery Hero, también ha visto caer sus acciones este viernes. Al fin y al cabo, "Just Eat se ha visto obligada a gastar millones de libras en el desarrollo de su red de distribución".