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JP Morgan ha revisado al alza su previsión ingresos por intereses netos (NII, por sus siglas en inglés) para 2024. En concreto, la entidad neoyorquina espera ahora que esta métrica, que mide la diferencia entre lo que un banco recauda por préstamos y lo que paga por los depósitos, alcance los 91.000 millones de dólares en el actual ejercicio fiscal, 1.000 millones más que en su anterior estimación.
Paralelamente, la compañía ha anunciado que también prevé un aumento de los gastos hasta los 92.000 millones de dólares desde los 91.000 millones esperados anteriormente.
Estas previsiones, que se han realizado en la previa del Investor Day de la entidad estadounidense, también contemplan que la Reserva Federal (Fed) bajará los tipos de interés a un ritmo más lento de lo previsto con anterioridad. En sus previsiones de enero, JP Morgan elevaba a seis los recortes de tipos por parte del banco central estadounidense, pero ahora ha reducido esta previsión a solo dos.
JPMorgan y sus rivales se han beneficiado durante años de la subida de los tipos de interés. Ahora, con la inflación todavía en niveles históricamente elevados y con la Reserva Federal aplazando la reducción de los costes de endeudamiento, el sector bancario está empezando a ver cómo sus clientes demandan menos préstamos y desplazan su efectivo hacia alternativas de mayor rentabilidad.
Esta circunstancia ha presionado los ingresos netos por intereses, JPMorgan generó 23.100 millones de dólares en ingresos netos por intereses en los tres primeros meses de 2024. Cabe señalar que la firma cayó en bolsa después de anunciar los resultados del primer trimestre de 2024 al decepcionar con su previsión de NII para el actual ejercicio fiscal.
En los tres primeros meses del año, el beneficio neto de la compañía dirigida por Jamie Dimon aumentó un 6%, hasta los 13.419 millones de dólares, al tiempo que advertía que veía un "panorama mundial inquietante". "Muchos indicadores económicos siguen siendo favorables. Sin embargo, de cara al futuro, seguimos atentos a una serie de importantes fuerzas inciertas. En primer lugar, el panorama mundial es inquietante: guerras y violencia terribles siguen causando sufrimiento y las tensiones geopolíticas están aumentando. En segundo lugar, parece haber un gran número de presiones inflacionarias persistentes, que probablemente continúen. Y, por último, nunca hemos experimentado realmente el efecto pleno de un ajuste cuantitativo a esta escala", explicó Jamie Dimon, presidente y CEO de JP Morgan.