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JP Morgan ha dado el pistoletazo de salida a la temporada de resultados en EEUU. La entidad americana ha presentado sus cuentas del segundo trimestre que informa de un beneficio de 8.300 millones de dólares, un 18% más que el segundo trimestre de 2017, pero un 5% menos que el primer trimestre de 2018.
El banco ha informado que el aumento del beneficio ha llegado porque la entidad continúa beneficiándose de tipos de interés más altas y una menor factura impositiva tras la aprobación de la reforma fiscal del presidente de EEUU, Donald Trump. Los ingresos han ascendido a 28.390 millones de dólares frente a los 26.670 millones de dólares del año anterior.
El consenso de FactSet preveía un beneficio por acción de 2,22 dólares para JP Morgan en el segundo trimestre de 2018, unos ingresos de 27.557 millones de dólares y un beneficio neto de 7.709 millones. La entidad ha cerrado con una caída del 0,48%.
El banco volvió a ver una factura de impuestos mucho menor en comparación con el año anterior. JPMorgan pagó 2.260 millones de dólares en impuestos sobre la renta en el segundo trimestre, frente a los 2.720 millones del año anterior.
"Hemos visto un buen ritmo de crecimiento económico global, particularmente en EEUU", declaró Jamie Dimon, presidente y consejero delegado de JP Morgan Chase, destacando que esta expansión generalizada de y la solidez del desempeño subyacente de todas las unidades de negocio del banco permitieron a la entidad lograr "resultados récord en el trimestre".
La cifra de negocio neta de JP Morgan Chase entre abril y junio alcanzó un total de 27.753 millones de dólares (23.856 millones de euros), incrementándose así un 7,8% interanual, gracias al crecimiento del 10,5% de los ingresos por intereses netos, hasta 13.485 millones de dólares (11.592 millones de euros), mientras los ingresos por comisiones e intermediación aumentaron un 5,5%, hasta 14.268 millones de dólares (12.264 millones de euros).
Por su parte, los gastos al margen de intereses de la entidad sumaron en el segundo trimestre 15.971 millones de dólares (13.733 millones de euros), un 8% más, como consecuencia del incremento de las retribuciones, las inversiones tecnológicas, así como la depreciación del negocio de financiación de automóviles y los costes relacionados con el volumen de transacciones, mientras las provisiones por créditos fallidos se mantuvieron estables en 1.210 millones de dólares (1.040 millones de euros).
De este modo, en los seis primeros meses del año, JP Morgan Chase obtuvo un beneficio neto de 17.028 millones de dólares (14.637 millones de euros), cifra que representa una mejora interanual del 26,3%, mientras los ingresos netos del banco estadounidense crecieron un 9,8%, hasta 55.660 millones de dólares (47.845 millones de euros).
Por otro lado, Dimon puso de relieve el elevado grado de confianza de los consumidores estadounidenses, que permitió un crecimiento de doble dígito en activos de inversión y tarjetas de crédito, añadiendo que la entidad ha anunciado nuevos productos en este segmento, así como el lanzamiento a nivel nacional de su banco móvil, Finn, y planes para realizar inversiones significativas en China.