- Fue también expresidente de la compañía española Metrovacesa
El empresario Joaquín Rivero ha sido condenado por el Tribunal Correccional de París a cuatro años de cárcel y a una indemnización de 208 millones de euros por su gestión en la inmobiliaria Gecina. Entre los cargos imputados al también exvicepresidente de Metrovacesa, destacan la malversación y el blanqueo de capitales entre 2005 y 2009.
La Justicia francesa le condena por malversación y blanqueo de capitales entre 2005 y 2009
Además, los jueces también han impuesto una multa de 375.000 euros al empresario, la más elevada contemplada por la legislación francesa, tal y como recoge EFE. La pena equivale al máximo solicitado por la Fiscalía en febrero y también supone la confiscación de más de 87 millones de euros en dividendos que se habían incautado a Rivero y que deberían servir para responder a parte de la indemnización de 208 millones de euros por daños y perjuicios.
Su abogado Antonin Levy ha asegurado que el empresario español está "sorprendido" por la pena, y que ha presentado un recurso, que suspende la ejecución de la pena, y se celebrará un nuevo juicio en un plazo de unos 12 a 18 meses.
LA ACUSACIÓN SOBRE RIVERO
La Asociación de Defensa de Accionistas Minoritarios (ADAM), que se había constituido en acusación particular al igual que Gecina, había solicitado una indemnización para la empresa de 210 millones de euros, además de una sanción de 200.000 euros por información engañosa. El cálculo de esa indemnización deriva esencialmente de los 100 millones de euros que la ADAM le acusa de haber desviado a Luxemburgo y de otros 60 millones que le reprocha haber dedicado a las compras de unos terrenos para la construcción de un hotel en Marbella.
Según destaca RTVE, en 2012, las familias Rivero y Soler solicitaron el concurso de acreedores para sus sociedades Alteco Gestión y Mag Import, a través de las que controlaban más del 30% de la inmobiliaria francesa Gecina, lo que supone uno de los mayores concursos de la historia empresarial española. La mayor parte de la participación que tuvo Rivero en Gecina (algo más del 16%), así como la de su socio Bautista Soler (poco más del 15%), quedó en manos de sus acreedores a finales de 2012.
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