Telefónica ha diseñado una nueva hoja de ruta para los próximos años y sólo un mercado de América Latina está entre sus prioridades: Brasil. Sin embargo, eso no significa que tenga intención de abandonar su actividad en los otros países de la región ‘Latam’ donde opera. Al menos, no en dos de ellos, Chile y Perú. Los dos primeros espadas de ambas divisiones aseguran que la operadora no tiene voluntad de replegarse.
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“El plan de Telefónica no es dejar Chile, sino acelerar sus despliegues y desafíos digitales”, ha defendido el presidente de la operadora en ese país, Roberto Muñoz, a través de un comunicado. “Con esta reorganización, podremos enfrentar de mejor forma el nuevo ciclo inversor en el país, donde se requiere masificar las redes de altas velocidad, fijas y móviles, permitiendo satisfacer las demandas de personas y empresas hiperconectadas”, ha defendido el directivo.
Telefónica opera en el mercado chileno a través de la marca Movistar. Un país que le genera más de 2.000 millones de euros anuales de ingresos. Según el presidente de la filial, lo que afrontará en los próximos meses es el cambio. “Nuestra compañía ha estado siempre, desde sus orígenes, en constante transformación, adaptándose a los cambios sociales, políticos y, sin duda, tecnológicos. Somos una compañía que ha demostrado una y otra vez lo que es transformarse”.
UNA EMPRESA COMPROMETIDA CON PERÚ
En una línea muy similar se ha pronunciado en los últimos días el máximo responsable de Telefónica en Perú. El presidente de la filial, Pedro Cortez, afirma a través de un comunicado su voluntad de “enfatizar” que “Movistar Perú ratifica su compromiso de largo plazo con el país para continuar ofreciendo todos sus servicios, como ya lo veníamos haciendo”. Añade en esta misma línea que la filial es “una empresa liderada por peruanos comprometidos con el Perú”.
“Aprovecho la oportunidad para reafirmar de forma enfática que Movistar continuará con todas sus operaciones en el Perú. Seguiremos trabajando para garantizar nuestros servicios y mejorar la experiencia de todos nuestros clientes, quienes son el centro de todas nuestras decisiones”, añade Cortez en la citada misiva.
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El futuro de Telefónica en ocho países latinoamericanos (Argentina, Chile, Perú, Colombia, México, Ecuador, Uruguay y Venezuela) está abierto porque así lo manifestó el presidente de la compañía madrileña, aunque no todos los responsables de las filiales se hayan pronunciado al respecto.
“Todas las opciones están abiertas”, aseguró José María Álvarez-Pallete el pasado 27 de septiembre, al explicar las opciones que baraja la empresa, sin descartar acuerdos que cambien el accionariado de sus participadas u operaciones corporativas. "Vamos a dosificar nuestra presencia, tenemos opcionalidad de acelerarlas, de combinar negocio. Si eso significa reducir la exposición a esos mercados, la reduciremos", resumió el presidente de Telefónica en el encuentro con medios de comunicación y empleados de la multinacional donde desglosó la líneas a futuro de la compañía.
