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ING busca nueva sede en Madrid. La filial española del grupo bancario holandés, que actualmente se ubica en Las Rozas, necesita un edificio con mayor capacidad para albergar a todos sus empleados en el país, que se han duplicado en la última década. "La casa se nos ha quedado pequeña", en palabras de su consejero delegado en España y Portugal, César González-Bueno.

"Hemos tenido que ir alquilando satélites y ya no es eficiente", continuó explicando el directivo durante la presentación de resultados de la filial española en 2018. Según contó, la entidad financiera se encuentra en búsqueda de una nueva sede: "Estamos buscando y esperamos mudarnos en el futuro porque no cabemos y porque vamos a seguir creciendo".

Actualmente, los trabajadores de la entidad se encuentran ubicados en su sede de Las Rozas, así como en otros tres edificios próximos que tiene alquilados la entidad. El edificio principal se encuentra a la venta desde diciembre y CBRE se encarga de ejecutar la operación, según publicó Vozpópuli.

La razón principal por la que la entidad busca otra sede es el aumento de su plantilla. Al contrario de lo que ocurre en otros bancos, ING España está engrosando su número de trabajadores y prevé hacerlo más. Solamente en el último año, el banco ha contratado a 200 personas, al tiempo que han salido otras 100, con lo que incrementa su plantilla en 100 puestos netos.

En estos momentos, sus necesidades de plantilla se centran en perfiles tecnológicos que no tienen por qué proceder del sector bancario, como explican fuentes de la entidad. Este tipo de trabajadores son los más buscados en el sector financiero en estos momentos y algunos "pueden recibir hasta diez llamadas [con ofertas de trabajo] al día", añaden las mismas fuentes. Lo confirmaba González-Bueno durante la presentación de resultados: "El mercado está un poco más movido y hay más rotación, especialmente en perfiles tecnológicos".

TENDENCIA CONTRARIA AL RESTO DEL SECTOR

La filial española del grupo holandés ha aumentado su plantilla en los últimos años hasta duplicarla en la última década, al contrario de lo que ha ocurrido con los empleados de otras entidades. El sector bancario ha reducido en los últimos diez años su número de empleados en unos 85.000, según datos oficiales, y recortará unos 8.000 empleos más este año.

Mientras el sector amenaza con 8.000 despidos este año, ING prevé seguir creciendo

Además, dos de las principales entidades financieras del país, Santander y CaixaBank, afrontan 2019 con sendos Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) sobre la mesa.

El banco que dirige Gonzalo Gortázar ya negocia con los sindicatos que el ajuste afecte a 2.157 empleados, mientras que la reestructuración de las oficinas de Santander tras la integración de Popular podría llevarse por delante más de 3.000 empleos, aunque aún no han comenzado las conversaciones con los representantes de los trabajadores.

Las operaciones corporativas que se encuentran sobre la mesa en el sector también amenazan con implicar recortes de plantilla. En primer lugar, la previsible fusión entre Unicaja y Liberbank podría implicar unos 2.500 despidos. La integración de EVO Banco por parte de Bankinter, sin embargo, no se espera que conlleve un recorte de plantilla. La consejera delegada de la entidad, María Dolores Dancausa, lo rechazó por completo en la última presentación de resultados: “No está en nuestra cabeza".

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