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Indra ha cerrado la sesión del viernes con un desplome de un 7,96% en bolsa, hasta los 7,520 euros, tras conocerse la noticia de que el Gobierno ha decidido sustituir a Fernando Abril-Martorell como presidente ejecutivo de la compañía. Cabe recordar que el grupo tecnológico y de Defensa está participado por el Estado, y que aún no se conoce la persona que será su sustituto.
El hasta ahora presidente de Indra deja la entidad seis años después de tomar su mando, por supuestas discrepancias con el Ejecutivo. Según 'El Confidencial', citando fuentes próximas al consejo de administración, la salida se formalizará en los próximos días. En dicho consejo el Estado cuenta con solo dos puestos, a pesar de que es el primer accionista con un 18% a través de la SEPI.
"En el marco del proceso preparatorio de la convocatoria de la próxima Junta General Ordinaria de la Sociedad, el principal accionista ha trasladado a la Compañía su voluntad de promover un relevo en la presidencia, ostentada por D. Fernando Abril-Martorell Hernández, cuyo mandato finaliza este año, así como de su deseo de dar inicio a una nueva etapa en la presidencia de la Compañía. El Consejo no ha adoptado todavía ninguna decisión sobre ese posible relevo", ha informado la empresa en un comunicado a la Comisión Nacional de Mercado de Valores (CNMV), confirmando las informaciones publicadas en distintos medios.
Por otro lado, también ha comunicado que "se ha acordado retrasar hasta el 30 de junio de 2021 la fecha de celebración de la Junta General ordinaria, en segunda convocatoria".
No obstante, fuentes próximas al máximo órgano de gobierno de la empresa indicaron a Europa Press que el relevo en la presidencia se abordará en una reunión convocada para el próximo lunes día 24.
Junto a su equipo, Abril-Martorell afrontó una doble fase de reestructuración de la organización, con un saneamiento no recurrente cercano a los 700 millones de euros, ahorros estructurales por otros 200 y el sobreseimiento de la imputación en el caso Púnica.
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El directivo despide su mandato con una capitalización superior a su llegada y una senda de resultados positivos, como recoge el primer trimestre de este año, además de lograr el menor nivel de deuda en diez años.
En esta última etapa, la compañía ha colaborado con el Gobierno, como demuestra el proyecto Startical, sociedad de Enaire e Indra para instalar una red de 200 pequeños satélites, aunque tuvo diferencias por el ERE presentado en 2020, que al final retiró por un plan de bajas mucho menor, aunque durante su gestión la plantilla creció un 25%.
