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Indra ha firmado un contrato con el proveedor de servicios de navegación aérea de Nueva Zelanda, Airways New Zealand, para modernizar la red de radares de vigilancia aérea del país con tecnología de vanguardia y reforzar la seguridad del tráfico aéreo, incrementando la capacidad y reduciendo emisiones de CO2.
Así, la compañía desplegará un nuevo emplazamiento radar primario (PSR3D) y secundario (MSSR) en Christchurch a lo largo del 2022, incluyendo la construcción de una nueva torre. En un siguiente paso, la empresa abordará la instalación de radares para los aeropuertos de Auckland y Wellington.
“Una vez completados estos trabajos, la compañía habrá renovado la red de vigilancia aérea de Nueva Zelanda con tres radares primarios 3D montados de forma combinada con otros tres radares secundarios MSSR Modo S”, apuntan desde Indra. Además, los sistemas sustituirán a los sistemas actualmente en operación que están llegando al final de su vida útil.
“Airways New Zealand dispondrá de la tecnología más avanzada para gestionar más tráfico, maximizando la seguridad y reduciendo la huella medioambiental. En Indra fabricamos algunos de los radares y sistemas de tráfico aéreo más avanzados del mundo y estamos muy orgullosos de que un proveedor de servicios de navegación aérea de la talla de Airways New Zealand haya escogido nuestra tecnología, lo que consolida nuestra presencia como un proveedor de sistemas de navegación líder en la región de Oceanía, tanto para clientes civiles como militares”, apunta Enrique Castillo, director comercial de ATM de Indra.
Asimismo, Indra señala que los nuevos radares incorporan “las tecnologías digitales más avanzadas” para “asegurar una visión de los movimientos aéreos de máxima precisión y facilitar una gestión mucho más eficiente y segura de los vuelos”. “La información que recogen los radares primarios se complementa, a su vez, con la recibida por los radares secundarios MSSR de Indra, con capacidad para interrogar e identificar aeronaves de forma selectiva, información que es reforzada a su vez con la recibida por los sistemas ADSB, que recogen los datos que estas emiten de forma automática en vuelo”, explican.
El proyecto se extenderá durante tres años hasta completarse y para su ejecución Indra contará con el respaldo de la industria local, trabajando con un equipo de Airways New Zealand para reemplazar los radares y elevar la seguridad en el cielo de estas islas durante las próximas décadas.