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Frank Rumpenhorst/dpa

Ikea ha iniciado la reapertura de forma escalonada de algunas de sus tiendas en España, concretamente, de las localizadas en zonas que pasan a la Fase 2, y ha cancelado el Expediente de Regulación de Empleo Temporal (ERTE) por la crisis del coronavirus, reincorporando a la totalidad de su plantilla a pesar de no estar 100% operativa, según ha informado la multinacional sueca en un comunicado.

En concreto, los establecimientos abiertos son los localizados en A Coruña, Asturias, Barakaldo, Jerez, Murcia, Sevilla, Zaragoza, así como el punto de entrega de Pamplona. La multinacional sueca además ha confirmado que, a pesar de no encontrarse todavía operativa al 100%, ha cancelado el ERTE para la totalidad de su plantilla, que afectaba a 8.725 empleados.

"Aunque nuestras tiendas no estén 100% operativas, tenemos claro que debemos actuar para cuidar de las personas, de nuestros compañeros y sus familias y proteger nuestro negocio. Con esta situación necesitamos más que nunca a nuestros trabajadores. En este tiempo, en pocas semanas, le hemos dado una vuelta a aspectos que hasta ahora nos parecía imposible cambiar. Hemos demostrado que somos capaces de adaptarnos y de encontrar soluciones nuevas y solo gracias a todos ellos es posible", ha señalado la directora general de Ikea en España, Petra Axdorff.

Ikea ha recordado que el ERTE, surgido de la necesidad tras asumir con total responsabilidad el cierre de todas sus tiendas físicas de acuerdo con el plan de las autoridades, llevó aparejado un plan de medidas laborales para proteger a los empleados y el negocio.

De esta forma, se asumió el compromiso de no realizar ningún despido y de complementar su sueldo hasta la práctica totalidad, de modo que no se vieran resentidos en sus obligaciones y necesidades personales y del día a día. También se trabajó en un sistema de anticipos para compensar hipotéticos retrasos en el pago de parte del SEPE y se activó un sistema de atención personalizada para todos aquellos que tuvieran dudas o consultas relacionadas con ello.

La compañía ha firmado además, aplicable a lo que resta de 2020, un acuerdo de adaptación de jornada dentro del acuerdo horario, que ha sido aprobado por unanimidad por el comité intercentros y que establece entre otras medidas: adaptaciones horarias y cambios de horario o turno en la planificación entregada; la solicitud de reducción de jornada temporal sin necesidad de justificar la causa, incluso sin reducción salarial siempre que sea recuperada antes del fin de marzo de 2021; excedencias temporales y extraordinarias con reserva de puesto de trabajo o permiso retribuido recuperable de un mínimo de dos días y un máximo de 15 días.

Por otro lado, se ha acordado con los sindicatos que el período de ERTE no afecta a las vacaciones anuales dentro del calendario anual y que las vacaciones ya planificadas y comunicadas serán inamovibles salvo mutuo acuerdo entre las partes.

"No existe certidumbre a día de hoy de cuándo podremos seguir abriendo nuestras tiendas y las que abren hoy, lo hacen con aforos restringidos, de manera progresiva, escalonada y asimétrica, en línea con las directrices oficiales. Estamos preparados para abrir la totalidad de todas nuestras tiendas y con esta salida del ERTE para el 100% de la plantilla, concluimos una etapa y recuperamos la normalidad al menos en lo que al ámbito laboral se refiere", ha subrayado Axdorff.

DESAPARECE LA 'BOLSA AMARILLA'

De cara a la vuelta "blindada" a la actualidad, Ikea ha diseñado una serie de medidas de protección para lo que ha reforzado los protocolos de limpieza y desinfección de superficies y elementos de todas las áreas de las tiendas, con especial atención a puntos 'calientes' como ascensores, aseos o carros de compra. Además, los trabajadores se someterán a controles de temperatura tanto a los empleados de las tiendas como a los conductores de los camiones a la entrada a los almacenes, que se acompaña de un cuestionario específico sobre posibles situaciones de riesgo.

Desaparece su tradicional 'bolsa amarilla' y los clientes realizarán sus compras mediante carritos o la 'bolsa azul', que después se llevarán a casa. Se garantiza el mantenimiento de una distancia mínima de seguridad de dos metros entre empleados, incluso con marcas que delimitan los espacios en suelos, asientos y demás elementos. Además, hay un estricto control de aforo, que se limitará al 40% siempre en base a lo recomendado por las autoridades.

Para proteger a los trabajadores se instalarán pantallas de protección en las cajas registradoras, en los puntos de atención al cliente y en las áreas de planificación, y se solicita a los clientes que preferentemente realicen sus pagos con tarjeta, así como que, en la medida de lo posible, procuren tocar solo aquellos artículos que tengan intención de comprar. La multinacional ha diseñado un protocolo específico para la prueba por parte de los clientes de artículos como colchones, almohadas o camas, dentro del cual se establece el uso de protectores especiales y productos desinfectantes.

"Han sido tiempos difíciles, de incertidumbre y de adaptación forzosa a una situación sin precedentes que ha afectado a la vida de millones de familias, amigos, compañeros y a toda una sociedad. Tenemos claro que esta crisis va a suponer un incremento de los valores y de la humanidad y nosotros queremos estar presentes y colaborar en este sentido. Hoy todos somos más solidarios, colaborativos y flexibles", ha indicado Axdorff.

La multinacional sueca ha recordado que durante el confinamiento ha mantenido activa su tienda 'online', habiendo incluso reconvertido sus tiendas en centros temporales de logística para poder dar respuesta a la demanda, y se ha reinventado con un nuevo servicio de venta telefónica nacido entre la necesidad del confinamiento.

Ikea confía en estar activa al 100% tan pronto sea posible y ve un futuro cercano en el que apostar por formatos como los puntos de recogida, Ikea Diseña o el servicio Click&Collect.

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