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Iberdrola ha anticipado que logrará un beneficio neto de entre 5.200 y 5.400 millones de euros en 2025, con una tasa media de crecimiento anual entre el 8% y el 10% y un ratio de rentabilidad ROE del 10%.
El Ebitda en ese ejercicio se situará entre 16.500 y 17.000 millones de euros, con una tasa de crecimiento que oscilará entre el 8% y el 9%. El 50% se generará del negocio de Redes y el otro 50% de Producción y Clientes.
Son algunas de las previsiones más importantes que ha anticipado el grupo eléctrico presidido por Ignacio Sánchez Galán en su Día del Inversor, que se celebra en Londres.
La compañía ha anticipado que invertirá 47.000 millones de euros en el periodo 2023 - 2025, incluyendo 9.000 millones de euros para la compra de PMN en Estados Unidos, una operación que se ha visto retrasada por la negativa de los reguladores estadounidenses a la transacción.
El objetivo de Iberdrola es aumentar un 44% su base de activos regulados, hasta 56.000 millones de euros. En el capítulo de Renovables, la inversión prevista es de 17.000 millones, con el 46% destinado al desarrollo de parques eólicos marinos.
Otro de los objetivos destacados por Iberdrola es que se propone conseguir una "mejora continua" del "ratio gasto operativo neto/margen bruto", para reducirlo hasta el 24,6% en 2025 desde el actual 26%, "con eficiencias de 350 millones de euros anuales en 2025".
PAGO DE DIVIDENDOS
Tras estas estimaciones, Iberdrola prevé pagar un dividendo que se situará entre 0,55 y 0,58 euros por acción en 2025. El grupo eléctrico distribuirá entre sus accionistas entre el 65% y el 75% del beneficio por acción (BPA) que logre cada año.
El "suelo de dividendo" será de 0,46 euros/acción en 2023-2024 y de 0,50 euros/acción en 2025", según ha confirmado a los inversores.
De cara a 2030, Iberdrola ha anticipado inversiones que oscilarán entre 65.000 y 75.000 millones de euros en el periodo 2026-2030, con una capacidad total instalada de 70 gigavatios (GW) en 2025 y de 100 GW en 2030.
