- El impacto negativo de la evolución de los tipos de cambio también ha penalizado las cifras semestrales
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Iberdrola ganó 1.410 millones en el primer semestre del año frente a los 1.518 millones del mismo periodo de hace un año, lo que implica un descenso del 7,1%. Las acciones de la compañía han caído un 1,36%, hasta los 6,55 euros.
La compañía ha precisado que la ausencia de impactos extraordionarios en el periodo, frente a los registrados en 2017, explica esta caída. Durante el pasado ejercicio se incluyeron 442 millones de euros de partidas extraordinarias positivas después de impuestos correspondientes a la operación Siemens-Gamesa y a la revisión efectuada de los precios de la cartera de contratos de gas en España. Asimismo, Iberdrola destaca el impacto negativo de la evolución de los tipos de cambio, que ha alcanzado los 69 millones de euros en el beneficio neto del primer semestre de 2018.
Los ingresos de Iberdrola han sido de 17.586,6 millones de euros en el semestre, un 17,5% más que en el mismo periodo del año anterior.
El beneficio bruto de explotación (EBITDA) del grupo se ha incrementado un 17,1%, hasta alcanzar los 4.435,9 millones de euros. Si se excluye el efecto del tipo de cambio, con un efecto negativo de 260 millones de euros, el aumento es del 24%.
La eléctrica ha querido subrayar que el EBITDA muestra una evolución positiva "en todos los negocios". En el área de Renovables, se incrementa un 25,5%, hasta los 1.184,1 millones de euros; en la de Redes, un 20,7%, hasta los 2.387,8 millones de euros; y en Generación y Clientes, un 1,7%, hasta los 877,6 millones de euros.
Iberdrola también ha destacado la mejora de la eficiencia gracias al crecimiento operativo y a la contención de costes, con lo que ha logrado reducir en 100 puntos básicos la relación entre su gasto operativo neto y su margen bruto, hasta el 27,5%, frente al 28,5% de 2017.
A los 20.000 millones de euros invertidos en los últimos cinco años deben añadirse las inversiones netas hasta junio, que han alcanzado los 2.478 millones de euros. Durante el primer semestre de 2018, un 42% de este importe se ha destinado a Redes, un 36%, a Renovables y un 22%, a Generación y Clientes, en línea con la estrategia del grupo de centrarse en negocios regulados y con retornos predecibles.
Iberdrola ha instalado además 423 nuevos megavatios (MW) de capacidad renovable entre enero y junio. Para la segunda parte del año, la empresa prevé poner en marcha 2.326 MW adicionales, de los cuales 537 MW son renovables y 1.789 MW corresponden a ciclos combinados en México.
Por su parte, los fondos generados en operaciones (cash flow) han ascendido a 3.493,5 millones de euros, un 5,6% más frente a junio de 2017. Si se excluye el dividendo extraordinario de Gamesa de 198 millones de euros recibido en efectivo en el pasado ejercicio, el aumento homogéneo es del 12,3%.
La deuda neta del grupo alcanza los 34.037 millones de euros, frente a los 29.474 millones de euros de junio de 2017. Este incremento se explica, fundamentalmente, por la consolidación de Neoenergia en Brasil, que aporta más de 2.600 millones de euros de deuda, y por las inversiones realizadas en el periodo.
REAFIRMA SUS PREVISIONES PARA 2018
Iberdrola ha anticipado que la "buena evolución" esperada para el segundo semestre del ejercicio permite adelantar que el EBITDA superará los 9.000 millones de euros y que el beneficio neto rondará los 3.000 millones de euros. Se espera que la retribución al accionista continúe incrementándose en línea con los resultados.
"LA OPERATIVA CONTINÚA MOSTRÁNDOSE SÓLIDA"
Los analistas de Renta 4 señalan que el beneficio neto está "ligeramente" por debajo de las estimaciones lo que "podría llevar a una reacción ligeramente a la baja", pero matizan que "la operativa de la compañía continúa mostrándose sólida". De esta manera, le otorgan un precio objetivo de 7,5 euros, aunque señalan que lo están revisando, lo que supone un potencial del 15% y su estimación es "sobreponderar".
Así destacan que el EBITDA ha crecido un 17%, pero si se excluye el tipo de cambio habría crecido +24%, gracias a la buena evolución de todos los negocios y a la consolidación de Neoenergía. Por lo que respecta a la deuda, los analistas de Renta 4 aseguran que está "muy en línea con lo que esperábamos" por las fuertes inversiones que se están llevando a cabo principalmente, alcanzando los 2.478 millones de euros.
A nivel regulatorio en España, el foco ha estado en el discurso que se podría mandar tras el cambio de Gobierno en España. Por lo comentado, y viendo la apuesta del nuevo Gobierno por la transición eléctrica (cierre de producción con combustibles fósiles y mayor apuesta por las renovables), los intereses de Iberdrola están muy alineados con la visión del nuevo ejecutivo. "Tendremos que seguir esperando a los comentarios y borradores que vayan apareciendo para determinar el impacto real sobre Iberdrola", apuntan desde Renta 4.
Por ello, mantienen "la visión positiva sobre el valor de cara al largo plazo, con un plan de inversiones a 2022 que promete intensos crecimientos en todos los negocios, principalmente apostando por negocios regulados". Elevada visibilidad en la generación de caja permite una política de retribución al accionista atractiva y sostenible.
Por su parte, los analistas de Bankinter apuntan que han sido buenos resultados operativos. Señalan que la nueva capacidad de generación en renovables y en redes (Alemania, EE.UU y Reino Unido); la normalización del recurso hidráulico y eólico en España; la recuperación del negocio liberalizado en Reino Unido; la subida de tarifas en redes en EE.UU (Nueva York y Connecticut) y las mejoras en eficiencia han sido los factores que más han compensado el impacto negativo del tipo de cambio en el periodo (depreciación del real brasileño y libra frente al euro).
"También resaltamos la buena generación de caja en el periodo: los Fondos Generados por las Operaciones (FFO) han subido un 5,6% hasta 3.494 millones de euros", concluye.