Iberdrola ha colocado este martes una emisión de bonos verdes por 335 millones de francos suizos (350 millones de euros) en dos tramos, a cuatro y siete años, con respectivos tipos de interés del 1,38% y del 1,56% (equivalentes a una media del 3,5% si hubiera sido en euros) e importes de 145 y 190 millones. La gran demanda existente ha permitido estrechar los niveles de coste por debajo de los rangos inferiores considerados al inicio de la operación.
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"La fortaleza del crédito, el tratarse de un emisor corporativo no doméstico y el carácter verde de la operación han permitido contar con una fuerte demanda, lo cual ha servido para estrechar los niveles de margen inicialmente considerados: desde 50-55 puntos básicos en el plazo más corto hasta los 47 puntos básicos finales, y desde 65-70 puntos básicos en el plazo largo lasta los 62 puntos básicos finales", ha explicado la compañía.
La operación se ha lanzado aprovechando la reciente bajada de tipos de interés por parte del Banco Central Suizo del 21 de junio, lo que ha permitido que los niveles obtenidos mejoren una operación equivalente en el Euromercado.
Se trata de la primera emisión en francos suizos de Iberdrola desde 2012 y la primera en formato verde en dicho mercado.
"El volumen de demanda y las condiciones fijadas vuelven a demostrar la gran confianza del mercado y de los inversores en la solidez y la solvencia del plan de negocio y crecimiento de la compañía. Este prevé la inversión de 41.000 millones de euros entre 2024 y 2026: 21.000 millones destinados a redes eléctricas y 15.500 millones a renovables", ha subrayado Iberdrola.
Esta operación servirá para financiar los proyectos verdes que cumplen con los criterios de elegibilidad que establece el Marco de Iberdrola para la Financiación Verde. Los bancos coordinadores de la emisión han sido UBS y Deutsche Bank.
El pasado enero, Iberdrola emitió 700 millones en bonos híbridos manteniendo de esta forma estable el volumen de híbridos de la compañía en un importe de 8.250 millones de euros. Los fondos obtenidos fueron empleados en la refinanciación de los activos renovables que habían financiado con el bono híbrido emitido en 2018, que se remplazaba con esa operación.
A finales de diciembre, la compañía firmó su mayor línea de crédito de la historia por 5.300 millones de euros con 33 entidades bancarias internacionales. Del mismo modo ha ampliado con el Banco Mundial su alianza con un préstamo verde de 300 millones para proyectos renovables en países dependientes de los combustibles fósiles, como el carbón, entre ellos, Marruecos, Polonia y Vietnam.