Iberdrola inicia la puesta en marcha de 100 megavatios (MW) solares en Extremadura con dos nuevas plantas fotovoltaicas que cuentan con una capacidad conjunta suficiente para abastecer de energía limpia a 45.000 hogares. Estas instalaciones, denominadas Majada Alta y San Antonio, se ubican en la localidad cacereña de Cedillo.
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Están compuestas, en conjunto, por cerca de 250.000 paneles solares que producirán 156.000 MWh de electricidad al año. Una cantidad que hubiera requerido de más de 26 millones de metros cúbicos de gas para ser generada por un ciclo combinado. Las plantas evitarán la emisión a la atmósfera de 28.000 toneladas de CO 2 anuales.
Su construcción ha supuesto la creación de más de 300 puestos de trabajo locales.
Con su puesta en marcha, ya son 20 las instalaciones renovables operadas por Iberdrola en Extremadura, donde cuenta en la actualidad con una potencia verde instalada de 3.867 MW, de la que un 47% corresponde a las 12 plantas solares que la compañía tiene en funcionamiento en la región.
La construcción de este proyecto ha supuesto un importante reto tecnológico y logístico para garantizar el mínimo impacto ambiental en el entorno del Parque Natural del Tajo Internacional, un área protegida entre España y Portugal. La compañía ha acometido una compleja solución para evacuar de forma conjunta la energía producida por estas plantas fotovoltaicas y la central hidroeléctrica de casi 500 MW ubicada también en el municipio.
Esta infraestructura también dará servicio a una tercera planta fotovoltaica, de 375 MW, lo que evitará la instalación de nuevas redes de evacuación, favoreciendo la protección ambiental y la integración en el territorio. Esta instalación se encuentra en fase de tramitación ante el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. La planta se ubicará en una finca comunal propiedad de gran parte de los vecinos de Cedillo, que podrán continuar con su actividad ganadera.