Ibercaja registró un beneficio neto de 72,5 millones de euros en los nueve primeros meses de 2018, lo que supone un descenso del 10,1% respecto al mismo periodo del año anterior, en un contexto de tipos de interés que persisten en mínimos históricos, fuerte competencia en el mercado bancario minorista y transformación del modelo de negocio del sector, según ha informado este martes la entidad.
El beneficio antes de saneamientos creció hasta los 233,2 millones de euros, un 10,7% interanual, gracias al progreso de los ingresos recurrentes y a la disminución de los gastos recurrentes (-4,4% interanual).
En concreto, los ingresos recurrentes se situaron en 699 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 1,8%, gracias a la continuidad del dinamismo de la actividad con clientes y la diversificación en la gestión del ahorro a través del Grupo Financiero.
Los recursos de clientes se incrementaron hasta 56.687 millones (+2,4% interanual), impulsados especialmente por la gestión de activos y seguros de vida, cuyo volumen aumenta hasta los 25.889 millones (+5,3% interanual).