Ibercaja cerró el primer semestre con un beneficio de 39,3 millones de euros, lo que implica un 5,9% menos que en las mismas fechas del ejercicio anterior, tras experimentar un retroceso del 12,4% en su margen bruto, que cayó hasta los 502 millones de euros. La entidad destaca que estas ganancias se producen en un contexto de bajos tipos de interés y "fuerte competencia".
El margen de intereses de la entidad también descendió en el primer semestre, pero solamente un 0,6%, hasta los 277 millones de euros. Esta caída tuvo su origen en los menores ingresos provenientes de la gestión de carteras mayoristas, mientras que los de las minoristas crecieron un 2,4% respecto a los primeros seis meses de 2017.
Dentro de esta partida, las comisiones se impulsaron un 4%, hasta 187,2 millones de euros, gracias a los cobros asociados a la gestión de activos y los seguros, que avanzaron un 8,8% y que representan el 58% del total de ingresos por comisiones del banco. Las comisiones por servicios bancarios, sin embargo, retrocedieron un 1,9%.
En total, los ingresos recurrentes, es decir, el margen de intereses más las comisiones, se situaron en 464,2 millones de euros al cierre de junio, un 1,2% más que en el primer semestre del pasado ejercicio.
La entidad alcanzó los 57.925 millones de euros en recursos de clientes administrados en el primer semestre, un 4% más que un año antes. El impulso vino, también, por parte de la gestión de activos y los seguros, que aportan el 46% del total y cuyos recursos se incrementaron un 6%, hasta 26.417 millones de euros.
Los fondos de inversión avanzaron un 8,2%, hasta más de 12.700 millones de euros, mientras que el saldo gestionado en fondos de pensiones ascendió hasta 6.335 millones de euros, un 1,8%. Los seguros de vida aumentaron un 5% en el semestre, hasta 7.136 millones de euros, mientras que las primas de seguros de riesgo (vida riesgo y no vida) crecieron un 7,7% en los seis primeros meses del año respecto a la misma fecha del ejercicio anterior.
MÁS CRÉDITO
En el primer semestre del año, la entidad formalizó 2.869 millones de euros en nuevo crédito, un 5,1% más que entre enero y junio de 2017 y el 69% de este importe se destinó a financiación de empresas, que es un segmento prioritario en el Plan Estratégico 2018 – 2020, según ha destacado la entidad. Las formalizaciones de nuevas hipotecas, en concreto, sumaron 662 millones de euros hasta final de junio, lo que supone un avance del 16% respecto al mismo periodo del año anterior.
En conjunto, el saldo de riesgo vivo de crédito en situación normal, es decir, sin tener en cuenta la adquisición temporal de activos, disminuyó un 1,3% respecto a junio de 2017. El saldo de la financiación a empresas creció un 3,6% interanual.
CAÍDA EN DUDOSOS Y ADJUDICADOS
Por otra parte, el volumen de activos problemáticos (dudosos y adjudicados) registró una caída del 15,1%, hasta los 707,5 millones de euros, frente al primer semestre de 2017, hasta los 3.966 millones de euros. La reducción en comparación con el cierre del año pasado es del 5%.
Concretamente, el saldo de riesgos dudosos disminuyó un 5,1%, hasta situarse en 132,9 millones de euros, de forma que la tasa de mora descendió hasta el 7,3%. El de activos adjudicados, por su parte, se redujo un 4,9%, hasta los 76,9 millones de euros. Las ventas de adjudicados en el semestre alcanzaron los 172 millones de euros, con las que la entidad liberó 7 millones de euros de provisiones. En particular, las ventas de suelo representan 58 millones de euros.
El ratio de cobertura de la exposición problemática de la entidad alcanzó el 52,4%, un 49,9% en el caso de los riesgos dudosos y un 56,6% en los activos adjudicados. La reducción de activos problemáticos brutos, junto a un esfuerzo en provisiones, permitió a Ibercaja reducir su exposición problemática neta hasta 543 millones de euros, un 22% menos que al mismo periodo del ejercicio pasado, ha destacado la entidad.