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El Ministerio de Hacienda no ceja en su empeño de aumentar la recaudación. Tras el intento fallido de crear un impuesto genérico a la banca, la titular del ramo, María Jesús Montero, afirma que el Gobierno quiere gravar parte de los dividendos extranjeros que las empresas se traen a España. Una cuestión sobre la que ya advirtió el consejero delegado de Santander al señalar que una doble imposición podría llevar a la empresas a repensar su estructura fiscal.
Durante una comparecencia en el Senado, Montero abrió el jueves la puerta a que tributen en España el 5% de los dividendos de las filiales en el extranjero de las empresas españolas, a imagen de lo que ocurre en Francia o Alemania.
Hasta el momento, estos importes están exentos de tributación en España gracias a los convenios de doble imposición, pero ahroa el Gobierno de Pedro Sánchez quiere limitar esa exención estableciendo un porcentaje mínimo de tributación.
Cuando aún no se planteaba esta idea, pero sí la de un impuesto genérico a la banca sin concretar, José Antonio Álvarez, consejero delegado de Santander, ya lanzó una advertencia sobre este planteamiento. Según dijo, si el diseño del nuevo impuesto implicaba una "doble imposición" sobre algunas rentas, esta circunstancia podría llevar a las empresas a repensarse su estructura. “Si sobre el dividendo de Brasil tenemos una nueva tasa, no me parece fair (justo)”, señaló durante la presentación de los últimos resultados semestrales de la entidad.
Álvarez explicó que Santander “depende críticamente de los dividendos de las filiales”, por lo que si sobre las rentas por las que ya se pagan impuestos en los países de origen se tuviera que pagar otro impuesto, la entidad, o cualquier empresa, podría replantearse su estructura fiscal. “Eso no nos aplica solo a nosotros, aplica a cualquier multinacional en España, por lo que naturalmente puede afectar a la morfología de las entidades”, añadió.
En efecto, Santander se rige por un modelo de filiales en la que sus bastiones en el extranjero tienen independencia de la matriz. La mayor presencia del banco está en Brasil, actualmente su primer mercado, aunque también es fuerte en otras geografías, como Reino Unido, México o Estados Unidos.
ENÉSIMA AMENAZA DEL GOBIERNO
La propuesta de gravar los dividendos extranjeros está sobre la mesa, como confirmó la ministra de Hacienda, si bien para conocer su alcance habrá que esperar a que el Gobierno la concrete y la materialice, algo que ha llegado a no ocurrir con otros planteamientos de impuestos lanzados por el Ejecutivo.
Fue el caso del impuesto a la banca, que estuvo en boca de prácticamente todos los ministros hasta que finalmente el Gobierno renunció a su puesta en marcha tras las presiones del sector bancario y del PNV.
El Ejecutivo decidió reconvertir la propuesta del impuesto a la banca en el eterno planteamiento de una tasa sobre las transacciones financieras o tasa Tobin, que ya está levantando las críticas desde la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y BME, el hólding que gestiona las bolsas españolas.