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Elon Musk ha desatado la ira de Wall Street. El excéntrico multimillonario, consejero delegado de Tesla, fue noticia la pasada semana por mofarse de la SEC, el equivalente a la CNMV estadounidense, a través de su perfil de Twitter tras ser multado con 20 millones de dólares y verse obligado a renunciar a la presidencia de la compañía para los próximos tres años.
Llovía sobre mojado en Tesla, que durante las últimas semanas no ha dejado de protagonizar polémicas y escándalos de la mano de Musk, que han unido a los gurús de Wall Street bajo un mismo estandarte: el de pedir la renuncia del CEO de la automovilística.
Analiza el paralelismo entre ambas tras eludir las consecuencias legales de sus actividades
El último en expresar su indignación con Musk es David Einhorn, gurú y gestor del 'hedge fund' Greenlinght Capital, que en una de sus misivas dirigidas a sus inversores carga contra el fundador de Tesla y llega a compararla con la caída de Lehman Brothers.
"Tesla me recuerda a Lehman Brothers, que después de enfrentarse a una crisis crediticia en 1998, logró salirse con la suya y, en lugar de afrontar las consecuencias legales o regulatorias por no reconocer la realidad, fue recompensada. Esto hizo que sus gestores fuesen aún más agresivos en la siguiente crisis crediticia: la de 2007 y 2008", asevera Einhorn.
Einhorn prosigue con el paralelismo entre ambas: "Lehman amenazó a los cortos (bajistas) y sus directivos sugirieron públicamente que sacarían de bolsa la firma. Meses después, los accionistas, los acreedores, los empleados y la economía global pagaron un alto precio cuando ese imprudente comportamiento de la directiva les llevó a la quiebra. Todo podría haberse evitado si las autoridades hubiesen tomado enérgicas medidas en el 98".
EL MERCADO ESTÁ PREMIANDO LOS FAROLES DE MUSK Y TESLA
A su vez, recuerda que "en 2013, Tesla estuvo a punto de fracasar, cuando parecía incapaz de entregar a sus clientes el Model S". Acto seguido, "las reservas de efectivo de Tesla cayeron a niveles peligrosamente bajos y su CEO, Elon Musk, trató de vender a la desesperada la compañía a Google". Finalmente, "en lugar de decirles la verdad a los accionistas, Musk se abrió pasó a través de crisis y no hubo consecuencias legales, su negocio sobrevivió y el mercado aplaudió el exitoso farol de Musk".
Einhorn destaca que "esto animó a Musk a embarcarse en faroles cada vez más agresivos: en 2016, por ejemplo, con el 'rescate' de Tesla y SolarCity". No obstante, al igual que en Lehman, "creemos que este farol está a punto de 'explotarle en la cara' a Tesla y el errático comportamiento de Musk sugiere que él lo ve de la misma manera, cuando en pasado mes de agosto afirmó ante el New York Times que 'lo peor está por venir".