Luis de Guindos, vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), ha pedido al sector bancario que intensifique sus esfuerzos para superar los retos estructurales a los que se enfrenta, incluyendo medidas como un ajustes de las redes comerciales y un recorte de los costes de personal, así como mejorando su digitalización y reduciendo su cartera de créditos dudosos.
El vicepresidente del BCE ha defendido el efecto positivo para la banca de la política monetaria de la zona euro, subrayando que la mejora de la calidad del crédito y el aumento de la demanda de préstamos ha compensado de sobra los efectos negativos de los menores márgenes.
Por otra parte, De Guindos considera que el supervisor bancario es capaz de blindar a la economía de la zona euro de los efectos derivados de los cambios en la política monetaria de EEUU, uno de los motores del ciclo financiero mundial, al tiempo que ha advertido que el deterioro en las perspectivas de crecimiento incrementa los riesgos para la estabilidad financiera.
"Las acciones de política monetaria del BCE pueden, en general, blindar a la economía de la zona del euro de los efectos secundarios de la política monetaria estadounidense", ha indicado el exministro de Economía durante una conferencia en Fráncfort en referencia a los limitados efectos indirectos de las decisiones de la Fed en la inflación y la actividad de la zona euro.
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Draghi abre la puerta a medidas para paliar el efecto adverso de los tipos negativosNo obstante, el vicepresidente del BCE admite que la política monetaria estadounidense supone un motor del ciclo financiero global, en función del cual pueden cambiar los riesgos para la estabilidad financiera de la zona euro.
En este sentido, el exministro español ha advertido de que el deterioro de las perspectivas de crecimiento eleva el riesgo de inestabilidad en los mercados financieros como consecuencia de la mayor preocupación por la sostenibilidad de la deuda soberana y las dudas sobre la rentabilidad de la banca.
De este modo, un debilitamiento de la trayectoria de crecimiento pondrá a prueba el desapalancamiento en curso, haciendo más vulnerables a los mayores costes de financiación a países con elevados ratios de deuda pública.
Asimismo, Guindos ha señalado que las amenazas derivadas del auge del proteccionismo en el mundo y de la incertidumbre política en Europa pueden amplificar las potenciales correcciones en las primas de riesgo de los bonos soberanos. "De cara al futuro, a medida que se moderan las perspectivas de crecimiento, es imperativo que aquellos países donde la deuda es todavía demasiado elevada reconstruyan sus colchones fiscales", ha añadido.