Tras la difícil decisión adoptada por GSMA, el organismo organizador del Mobile World Congress (MWC), de cancelar el evento de 2020 por la crisis del coronavirus y la avalancha de cancelaciones de empresas, la entidad se ve en el aprieto de tener que hacer frente a millonarias indemnizaciones. Varias fuentes apuntan a que la organización, que subraya que es una entidad sin ánimo de lucro por lo que no obtiene beneficios del certamen, hilvana su estrategia para esquivar estos pagos y que queden cubiertos por las aseguradoras. Sus responsables se acogen a que los contratos recogen la suspensión del evento "por causa de fuerza mayor", y defienden que la crisis del Covid-19 cae dentro de este apartado.
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La organización del MWC tendrá que pagar indemnizaciones millonarias por su cancelaciónEn una comparecencia conjunta de GSMA y las autoridades municipales de los Ayuntamientos de Barcelona y l'Hospitalet del Llobregat, Fira de Barcelona y la Generalitat de Catalunya, los responsables del Mobile World Congress han dado explicaciones sobre la suspensión del certamen tecnológico que se anunció a última hora de la tarde de este miércoles.
"Pensamos en reducir las dimensiones", ha relatado John Hoffman, CEO de GSMA, pero "nuestros asesores y expositores dijeron que igualmente no vendrían". "Pensamos en posponer el evento y aunque parecía una solución, tampoco sabíamos cuando iba a reconducirse la situación". "Lamentablemente es imposible continuar celebrando el MWC en Barcelona en 2020", ha concluido, para agregar, "tenemos un futuro brillante por delante en el MWC 2021".
Lo ha dicho en rueda de prensa este miércoles, en la que han participado los consellers Jordi Puigneró y Alba Vergès; la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; la alcaldesa de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), Núria Marín, y la delegada del Gobierno en Catalunya, Teresa Cunillera. La comparecencia también ha contado con la presencia del presidente de Fira de Barcelona, Pau Relat; el director general de la institución ferial, Constantí Serrallonga, y el director general de la GSMA, Mats Granryd.
A las preguntas de los periodistas sobre el impacto económico y las indemnizaciones por las cancelaciones, Granryd ha insistido en que la "responsabilidad es asegurar una situación sanitaria perfecta". Ha destacado que "la suspensión del MWC no es un tema económico, ya que GSMA es una organización sin ánimo de lucro y sus beneficios se reinvierten". "Todavía no hemos calculado el coste de la cancelación. Aquí no se trata de dinero, sino de la salud", ha declarado. Además, ha dejado claro que en los contratos con las empresas, que pagan a 1.200 euros el m2 de stand, se especificaba que la organización se reserva el derecho de cancelar por causa de fuerza mayor, como se ha esforzado en insistir que es este caso. "Nuestros contratos con los expositores son bastante standard por lo que las causas de fuerza mayor son comunes", ha hecho hincapié Hoffman.
Se calcula que la entidad tendrá que hacer frente a indemnizaciones millonarias y, de hecho, algunas fuentes apuntan a que GSMA estuvo presionando al Gobierno español para que declarara la emergencia sanitaria nacional por el COVID-19, ya que de esta manera podría reclamar a las compañías de seguros el reembolso de estos gastos de cancelación. Las autoridades españolas, sin embargo, no cedieron al 'lobby' del Mobile y se mantuvieron firmes, de hecho, la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, ha insistido en que la cancelación del certamen no es por "alerta sanitaria" y ha defendido que España tiene una "situación controlada".
Durante la comparecencia conjunta, Puigneró ha insistido en que "la suspensión del MWC 2020 por parte de la GSMA no es consecuencia de un ambiente inseguro en términos sanitarios, sino una cuestión global y de miedo global. [...]. Nuestro país no tiene ningún caso de coronavirus y estamos preparados para cualquier eventualidad".