GlaxoSmithKline (GSK) aumentó un 6% su beneficio operativo subyacente en 2018, hasta los 8.700 millones de libras. Las ventas crecieron un 5%, hasta alcanzar los 30.800 millones, según ha informado este miércoles la compañía, que ha superado las estimaciones.
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El fuerte impulso de las ventas se debió principalmente al crecimiento en vacunas, productos farmacéuticos y atención médica al consumidor, además de la reducción de costes en investigación y desarrollo.
Los ingresos del segmento de Vacunas de GSK fueron particularmente sólidos y alcanzaron los 5.890 millones de libras, un 14% más que en 2017 debido a las fuertes ventas de su vacuna Shingrix y la vacuna contra la hepatitis. Las ventas de Shingrix, lanzada en 2017, se duplicaron en el último trimestre hasta suponer 221 millones de libras.
De cara a 2019, la mayor farmacéutica de Reino Unido espera mantener su dividendo
Los ingresos fueron de 30.820 millones de libras, aumentando desde los 30.190 millones de 2017 y superando al consenso.
De cara a 2019, la mayor farmacéutica de Reino Unido espera mantener su dividendo, a la vez que prevé que sus ganancias ajustadas por acción se reduzcan entre un 5% y un 9% debido al lanzamiento de un competidor genérico a su medicamento Advair, que trata el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
La directora ejecutiva de GSK, Emma Walmsley, afirma que "GSK logró un mejor desempeño operativo en 2018 con un crecimiento de las ventas del grupo, una sólida ejecución comercial de los lanzamientos de nuevos productos, especialmente Shingrix, una disciplina de costes continua y una mejor generación de efectivo".
