La pandemia de coronavirus ha dejado una profunda huella en las reservas de plasma mundiales que ponen en jaque el suministro de medicamentos para la propia lucha contra el virus. Este es el mensaje principal que ha trascendido de la Junta de Accionistas de Grifols, que se ha celebrado de forma telemática este viernes, donde Víctor Grifols, presidente del gigante de los hemoderivados, ha reclamado a Europa “que se ponga las pilas”, ya que no es autosuficiente y sufrirá especialmente la escasez.
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Grifols lanza un ensayo clínico con pacientes ingresados por coronavirusEn el contexto de los esfuerzos que la multinacional está realizando para combatir el Covid-19 y del potencial del plasma para tratar esta enfermedad infecciosa causada por el virus SARS-CoV-2, la compañía ha recordado la relevancia estratégica de los tratamientos derivados del plasma para garantizar la calidad de vida de miles de personas en todo el mundo. “Nuestros medicamentos salvan vidas”, ha subrayado Víctor Grifols, co-consejero delegado de la compañía.
Asimismo, se ha sumado al llamamiento realizado por la Plasma Protein Therapeutic Association (PPTA) instando a las autoridades europeas a tomar acciones decisivas para aumentar las donaciones de plasma, ya que “Europa depende de EEUU”, ha recordado Grifols. En este sentido, ha reclamado “cambiar en algunos países la regulación para que permita un modelo similar al estadounidense”.
En la Junta General de Accionistas también se han resumido los esfuerzos que Grifols está realizando para combatir el coronavirus, en el marco de su compromiso con la sociedad. Actualmente está participando en más de 25 proyectos que investigan potenciales terapias para tratar las distintas fases de la enfermedad y la compañía ha subrayado que lidera los esfuerzos en dos de los tres potenciales tratamientos, además de colabora para incrementar la tasa de diagnóstico.
Grifols lidera el desarrollo de una inmunoglobulina con anticuerpos específicos (inmunoglobulina hiperinmune) contra el virus SARS-CoV-2 a partir del plasma de personas que han superado la enfermedad. Una vez aprobados los protocolos científicos por parte de la FDA y del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID, por sus siglas en inglés), un ensayo clínico multicéntrico, aleatorio y doble ciego evaluará la seguridad y eficacia de esta inmunoglobulina hiperinmune producida en la planta que Grifols tiene en Clayton (Carolina del Norte, EE.UU.) junto con otros productores.
Además, la compañía promueve y colabora con varios investigadores y autoridades sanitarias en EEUU, España y Alemania en ensayos clínicos que permitan la utilización de plasma de convaleciente inactivado, así como otros productos específicos derivados del plasma como inmunoglobulina, alfa-1 y antitrombina III.
En el ámbito del diagnóstico, Grifols ha desarrollado una prueba molecular específica TMA (Transcription-Mediated Amplification) que permite la detección del virus SARS-CoV-2 en muestras de plasma, sangre y vías respiratorias con una sensibilidad igual o incluso superior a la de otras pruebas moleculares actualmente disponibles, como las basadas en PCR (reacción en cadena de la polimerasa).
MANTIENE EL DIVIDENDO
Los accionistas de Grifols han aprobado destinar más de 250 millones de euros a dividendos (aproximadamente 0,36 euros brutos por acción) en 2019. Esta cantidad total incluye el dividendo preferente de 0,01 euros brutos asociado a cada acción de Clase B.
La distribución del dividendo se ha realizado en dos pagos: uno a cuenta ya pagado en diciembre de 2019 de 0,20 euros brutos por acción y un segundo pago de aproximadamente 0,16 euros brutos por acción, que se hará efectivo[1] a partir del 28 de octubre de 2020.
Esta distribución mantiene el pay-out en el 40% del beneficio neto consolidado del grupo. Durante los últimos cinco años, Grifols ha distribuido más de 1.200 millones de euros a dividendos, poniendo de manifiesto el compromiso de generar valor para sus accionistas.
En 2019 los ingresos de Grifols aumentaron un 13,6% y se situaron en 5.099 millones de euros mientras que el beneficio neto incrementó un 4,8% hasta 625 millones de euros. Ambas magnitudes ponen de manifiesto el cumplimiento de la estrategia de crecimiento sostenido y a largo plazo de Grifols, que se ha traducido en crecimientos en todas la divisiones y zonas geográficas principales en las que opera la compañía.