¿Han pasado los malos tiempos para Grifols marcados por las caídas bursátiles y las noticias poco alentadoras? Si se tienen en cuenta las últimas novedades relacionadas con la farmacéutica y la evolución reciente de sus títulos (se disparan un 30% en apenas dos semanas), parece que sí. Ahora bien, tengan presente que el mercado sigue esperando esa operación corporativa definitiva para recortar su deuda que, de momento, no ha llegado.
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Entre enero y hasta la mitad de febrero de este año, Grifols lo hizo muy bien en bolsa y subió un 40%. Sin embargo, desde mediados de febrero y hasta los mínimos de marzo, perdió un 45%. Los descensos coincidieron con el abandono del puesto de consejero delegado por parte de Steven F. Mayer, que llevaba pocos meses en el mismo y que fue sustituido por Thomas Granzmann.
La marcha de Mayer dejó en el aire el plan de ahorro de 400 millones anunciado por Grifols un poco antes, y acrecentó el mayor temor del mercado sobre la compañía: que no sea capaz de reducir su elevada deuda.
RÁPIDA REACCIÓN
Sin embargo, Grifols ha sabido reaccionar rápido y eso lo ha premiado el mercado, que ha ido aceptando a Glanzmann, al que los expertos consideran "comprometido con la rentabilidad" de la empresa. Analistas como Morgan Stanley, Citi, Jefferies o Berenberg han ido mostrando su apoyo a la compañía.
Según los expertos, la nueva dirección tiene capacidad para continuar con la expansión de márgenes, el pipeline de Biotest (la empresa alemana que adquirió el año pasado) es bueno y el riesgo por los avances médicos de la competencia (Argenx) se está sobredimensionando.
"El Sr. Glanzmann y el equipo directivo confirmaron que 'todo está sobre la mesa' para lograr un apalancamiento de menos de 4,0 veces a finales de 2024", decía Barclays hace unos meses. "En el primer test para el presidente de Grifols, le vemos como un buen presentador, comprometido con devolver a Grifols a la rentabilidad y asegurar la responsabilidad fiscal", añadía.
El último anuncio de Grifols, de hace unos días, tiene que ver con los cambios en su estructura directiva a fin de hacerla más funcional para acelerar la ejecución del Plan Estratégico.
La farmacéutica anunció que Thomas Glanzmann, hasta entonces presidente ejecutivo, se convertía también en consejero delegado de forma inmediata. Asimismo, Víctor Grifols Deu pasará a ser Director de Operaciones, y Raimon Grifols, actual vicepresidente de la compañía, además de sus funciones en el Consejo de Administración asumirá el cargo de Director General Corporativo.
"Estoy seguro de que estos cambios nos posicionarán para nuestra próxima etapa de crecimiento y nos ayudarán a lograr los resultados y a acelerar nuestro rendimiento para cumplir con los compromisos con todos nuestros grupos de interés", declaró Thomas Glanzmann el pasado 8 de mayo.
REACCIÓN A LOS RESULTADOS
Un día después, el 9 de mayo, Grifols publicaba sus resultados del primer trimestre y se disparaba en bolsa (+9,36%) pese a comunicar pérdidas de 108 millones de euros por los costes de reestructuración. El mercado de nuevo volvía a valorar los anuncios realizados entonces por la compañía relacionados con aumentar su rentabilidad y reducir su endeudamiento.
Grifols mantiene su compromiso de "realizar una operación corporativa de desapalancamiento antes de finales de 2023", afirmó la farmacéutica. Sobre el plan de ahorro de costes, explicó que ha "ejecutado más del 80% de su plan inicial de 400 millones de euros y amplía el impacto previsto a más de 450 millones euros".
"Después de varios años difíciles, las estrellas por fin empiezan a alinearse para Grifols", escriben los expertos de Berenberg en un informe publicado este martes. "Sus problemas de suministro de materias primas han quedado atrás, la demanda de sus productos se mantiene fuerte, los precios suben y los costes bajan, todo lo cual ha permitido a Grifols elevar sus previsiones de EBITDA ajustado para el ejercicio 2023 de 'alrededor de 1.400 millones de euros' a más de 1.400 millones de euros", destacan.
La firma alemana, que tiene un consejo de 'compra' para la compañía, reconoce que "Grifols sigue firmemente encaminada a alcanzar un ratio deuda neta/EBITDA de 4 veces para el año 2024, lo que creemos que impulsará una significativa revalorización de sus dos clases de acciones (clase A, con derecho a voto, y clase B)".
Añade Berenberg que, a pesar de una revalorización del 19% desde los resultados del primer trimestre, las acciones A cotizan ahora a sólo 10,8 veces su estimación del BPA (beneficio por acción) ajustado para 2024, mientras que las acciones B, que también se han revalorizado un 18%, cotizan a sólo 7,6 veces.
"Por tanto, el potencial de revalorización es significativo y mantenemos ambas calificaciones de 'comprar'", concluyen.