El riesgo del grupo estaba implícito en el precio, que no presentaba el verdadero valor de la compañía.
Gowex “es una compañía que deberá resolver muchas incógnitas a partir de ahora”, en opinión de los analistas de Blackbird, pero más allá de la “dolorosa e impresionante caída” experimentada por el valor, esta firma entiende que “las causas del desplome tienen que ver más con la estructura de precio que con el propio informe (de Gotham), y como hemos defendido férreamente en numerosas notas de advertencia desde febrero de este año: la codicia se había apoderado del precio y los riesgos del estallido de la burbuja eran evidentes. El detonante lógicamente es algo impredecible, ¡pero las consecuencias no! Y quedarse con la simplicidad de la punta del iceberg, nos parece demasiado irresponsable”. Lea aquí todo lo que ha pasado con el grupo.
En este sentido, la firma explica que “el fuerte crecimiento en el beneficio por acción (BPA) exageró la atención de los inversores, que no valoraron correctamente las expectativas de crecimiento de la compañía potenciando la formación de una burbuja, debido al reducido free float de la compañía”. Un “crecimiento” que, como se ha visto, era falso: Gowex manipuló sus cuentas mediante el uso de un auditor, que probablemente forma parte del entramado de Jenaro García, presidente de la compañía y declarado culpable delante de la justicia.
Blackbird recuerda que las dudas que se plantearon en febrero de 2014 “venían en defensa de una exageración del precio, puesto que las compañías de crecimiento suelen deteriorar sus márgenes debido a las fuertes inversiones que requieren para ir mejorando los márgenes mientras que el negocio va madurando. El caso de Gowex era asombroso, debido a que la compañía era capaz de mantener un nivel de solvencia importante, manteniendo sus activos corrientes en torno al 80% de su balance con unos recursos propios que, bajo nuestro punto de vista, nos parecieron innecesarios y que podrían distorsionar el ROE”.
Así, continúan explicando, “a pesar de la magnitud del engaño, la codicia apoderada del precio generó una burbuja que se trasladó al conjunto del Mercado Alternativo Bursátil (MAB), creado para que las pequeñas compañías puedan tener acceso a la financiación para el desarrollo de proyectos de I+D, que gracias a la baja cantidad de acciones disponibles en el mercado, junto con la facilidad en el acceso a esas acciones, termina provocando burbujas de precios, con una única consecuencia, la gestación de burbujas. El único beneficio por parte de la compañía, pasa por realizar una ampliación de capital a precios elevados, que convierta el dinero especulativo en dinero real, lo que capitaliza la compañía para poder invertir y desarrollar nuevos proyectos. Si a esto le añadimos una manipulación de los ingresos, multiplicando por 10 la facturación, la burbuja se retroalimenta y el conjunto del mercado se ve afectado por el efecto codicia. Todo este proceso tiene un fin, la punta de un iceberg capaz de provocar el estallido, en este caso una noticia de fraude por parte de la compañía Gowex que desata el pánico en todo el mercado”.
Para Blackbird, el riesgo de Gowex “estaba implícito en el precio (…) no presentaba el verdadero valor de la compañía”. Ahora bien, en el análisis escrito por Gotham, “el conjunto de datos no son del todo correctos y las conclusiones son totalmente interesadas y sin ningún tipo de rigor. Sin embargo, lo que creemos que realmente ha asustado al mercado ha sido la duda planeada sobre un informe de auditoría con un coste bastante sospechoso y de un auditor sin un histórico reputacional, para una compañía de este tamaño. El otro punto que Gowex deberá esclarecer es la opacidad que siempre ha mantenido y que ha defendido como una ventaja competitiva, sobre la asignación de sus ingresos, puesto que el incremento de las ventas es un punto difícilmente rebatible, pero a la vez tan increíble que nos generaba dudas”.
Lo sucedido en bolsa, concluye la firma, “es una confirmación de que cuando la codicia se apodera del precio, el miedo es una contraparte muy peligrosa; puesto que cuando el único argumento es enriquecerse y la confirmación una férrea ilusión en que se materialice, al precio deja de importarle el valor y cualquier detonante, sea Gotham o sea una subida de tipos de interés, es capaz de desencadenar una oleada de precios, que empuja al precio a su nivel de origen”.
S.C.