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El Ejército de Estados Unidos necesita estar a la vanguardia, y es por ello que constantemente firma acuerdos con las grandes tecnológicas. Uno de los últimos grandes contratos fue JEDI, que finalmente no salió adelante debido a que su licitación no llegaba a cubrir sus necesidades operativas. Ahora que el Pentágono ofertará una nueva contrata de servicios en la nube, Alphabet (matriz de Google) se interesa por volver al negocio militar.
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El Pentágono cancela JEDI: 10.000 millones que se disputaban Amazon y MicrosoftLa ‘big tech’ se apartó de este tipo de acuerdos en 2018. Entonces, miles de empleados firmaron una carta de protesta contra la dirección después de saber que la compañía iba a participar en el proyecto Maver, un programa militar que pretendía perfeccionar los ataques con drones mediante inteligencia artificial. Incluso hubo trabajadores que abandonaron la empresa. Entonces, la compañía creó unas directrices éticas de la inteligencia artificial, que prohíben su uso para el armamento o la vigilancia.
Pero el contrato de ahora es bien distinto. El negocio de la nube es uno de los principales sectores a explotar para Alphabet. De hecho, contrató a Thomas Kurian, director ejecutivo de Google Cloud, con el objetivo de hacer de la filial un digno contrincante frente a las grandes del sector.
‘The New York Times’ informaba hace una semana que el directivo mantuvo reuniones con el Pentágono para hacerse con una parte de los contratos del fallido JEDI, que pretendía dar servicios de almacenamiento online al Ejército de EEUU. El proyecto tenía como principales competidores a Amazon y Microsoft. Entonces, se concluyó que los contratos se quedaban cortos para las necesidades actuales, por lo que formularían las licitaciones de forma fragmentada.
Desde Google afirmaron que la compañía está “firmemente comprometida a servir a nuestros clientes del sector público”, una afirmación que también incluye al Departamento de Defensa.
El comienzo de estas negociaciones ha provocado cierta reacción en los empleados de Alphabet, aunque menor a la de 2018. El Sindicato de Trabajadores de la compañía, que aglutina a 800 empleados frente a los 50.000 que conforman el total de la plantilla, se ha mostrado en contra, según ‘Bloomberg’.
De hecho, han entrado en el departamento de la nube más de 14.000 empleados desde la polémica de Maven, por lo que la conciencia entre los trabajadores puede haber cambiado.
Pese a ello, la plantilla ya ha alzado la voz contra otros proyectos relacionados con la defensa en otros países. Es el caso de Nimbus, una licitación del Ejército israelí, por el cuál los empleados escribieron una carta abierta en ‘The Guardian’ para presionar en contra.
Ahora queda esperar si ‘Joint Warfighting Cloud Capability’, el programa de servicios en la nube del Pentágono, es una oportunidad para Alphabet o vuelve a ser un punto de conflicto debido a sus compromisos éticos.