Poner en marcha un proyecto de inversión que cambiará todo el sistema eléctrico con la empresa que gestiona la red en pleno proceso de transición. La marcha de Jordi Sevilla de Red Eléctrica (REE) ha abierto en la compañía un periodo de interinidad que coincide con la intención del Ejecutivo de acelerar la transformación de todo el sistema eléctrico, para adaptarlo a la integración de las renovables.
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“Las redes tendrán que ser modernizadas”, adelantó este jueves Sara Aagesen, secretaria de Estado de Energía y mano derecha de la ministra para la Transición Ecológica Teresa Ribera. Una modernización que pasa por "acompasar esta penetración de energías renovables y de flujos energéticos que dejan de ser unidireccionales".
Ese impulso a la transformación de la red es una de las prioridades que consta en el último borrador del Plan Nacional de Energía y Clima (Pniec), que el Gobierno prevé enviar en breve a Bruselas.
La última versión, de finales de enero, refuerza cinco prioridades, entre ellas potenciar el almacenamiento, impulsar las comunidades energéticas locales, el citado autoconsumo y la adaptación de las redes eléctricas para la integración de las renovables, según enumeró Aagesen durante unas jornadas organizadas por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE).
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El Plan Nacional de Energía contempla acelerar del 49% actual al 74% la cobertura del consumo eléctrico con renovables, porcentaje previsto para 2030. El objetivo es “minimizar los vertidos de energía renovables, acoplar la generación y la demanda de electricidad, maximizar el aprovechamiento de la capacidad de red y reducir la necesidad de las centrales térmicas de origen fósil como sistema de respaldo”.
REFUERZO Y CRECIMIENTO DE LAS LÍNEAS
Cambios que conllevarán inversiones, porque el Pniec asume que “son necesarios el esfuerzo y crecimiento de las líneas de transporte y distribución en territorio nacional”, incluyendo las conexiones dentro y fuera de la Península, por ejemplo, las que interconectan los sistemas insulares.
En este misma línea, el Pniec, según figura en su último borrador, insta al desarrollo y refuerzo de las infraestructuras eléctricas de transporte y distribución, que deben adecuarse a las previsiones de desarrollo de generación renovable.
Estos objetivos se remarcan en el momento en el que REE no sólo debe elegir a su nuevo presidente, también ratificar su hoja de ruta para los próximos años. Hace menos de un año, el gestor de la red presentó su plan estratégico hasta 2022. En total, 6.000 millones de euros de inversión de los que más de la mitad (el 53%) están enfocados a la transición energética en España. El resto, sobre todo, a la diversificación y la expansión internacional. Dos áreas que no tienen que ser prioritarias para el siguiente equipo directivo de REE. En ese caso, siguiendo en mayor medida las prioridades del Ejecutivo, el gestor de la red contaría con más músculo para reforzar las inversiones en la transformación ‘verde’ de la red eléctrica.
