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Entre el cúmulo de resultados empresariales que se han publicado en las últimas jornadas de febrero en la bolsa española destacan los de Grifols, no tanto por las cuentas en sí, que también, sino por el examen al que sometieron los analistas a Thomas Glanzmann, nuevo presidente ejecutivo de la compañía, en la presentación de estas cifras este pasado martes.
Glanzmann sustituye a Steven Mayer, que el 21 de febrero anunció por sorpresa su marcha apenas cinco meses después de su desembarco. Este acontecimiento dejó en el aire la estrategia de reducción de costes de la farmacéutica. Así, preocupaba mucho lo que el nuevo 'jefe' de Grifols pudiera decir respecto a estos planes, especialmente sobre la opción de recurrir a "alternativas transacciones", es decir, a la venta de activos, para recortar esa deuda.
"El Sr. Glanzmann y el equipo directivo confirmaron que 'todo está sobre la mesa' para lograr un apalancamiento de menos de 4,0 veces a finales de 2024", subrayan desde Barclays, y añaden que recalcó que 2023 es el año "en que reduciremos el apalancamiento de la empresa".
En este sentido, Barclays se muestra considerablemente satisfecho con el resultado del primer 'examen' al que ha sido sometido Thomas Glanzmann.
"En el primer test para el presidente de Grifols, le vemos como un buen presentador, comprometido con devolver a Grifols a la rentabilidad y asegurar la responsabilidad fiscal", afirman estos expertos. Eso sí, reconocen que, de momento, se muestra "claramente menos definido" en comparación con su predecesor, Steven Mayer.
¿AMPLIACIÓN DE CAPITAL?
Grifols se hundió un 9% en bolsa el día de esta presentación, aunque los expertos de Barclays creen que esto tiene más que ver con el miedo que tiene el mercado a que la compañía realice una ampliación de capital que con el debut de Glanzmann.
"Algunos de los inversores con los que hemos hablado señalaron su preocupación por la posibilidad de una ampliación de capital, lo que podría explicar parte del bajo rendimiento de sus acciones", afirman estos analistas. "Nos tranquilizan los comentarios de la dirección en el sentido de que tal medida sería la opción de último recurso", añaden.
FALTA DE DETALLES
Barclays reconoce que, tras este encuentro con Grifols, se sienten "cada vez más optimistas" con la compañía "a la luz del claro compromiso de amortizar la deuda en 2023, así como de la ampliación de márgenes mediante el ahorro de costes a partir de 2024".
Pese a todo, asumen que la compañía sigue sin dar detalles sobre cómo podría ser una posible transacción para lograrlo. "A los inversores se les ha pedido esencialmente que esperen y confíen en la ejecución de la estrategia del equipo directivo para aumentar los volúmenes de plasma, ampliar los márgenes y reducir los costes", explican. Dadas las previsiones a la baja del consenso a corto plazo y la ausencia de catalizadores, Barclays mantiene su consejo de 'neutral', con un precio objetivo de 13,50 euros para las acciones de clase A. Grifols cotiza actualmente a 11,65 euros.