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General Electric lanzó un profit warning este jueves. La compañía anticipó unas ganancias por debajo de lo esperado para el presente ejercicio, el de 2019.
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Concretamente, la empresa prevé ahora un beneficio por acción (BPA) de entre 50 y 60 centavos, respecto a los 70 centavos proyectados por los analistas.
"Las dificultades de GE en 2019 son complejas y están claramente identificadas", ha asegurado Larry Culp, director ejecutivo del grupo desde el pasado mes de octubre.
Las prioridades de Culp son, según ha indicado, reducir la montaña de deuda de la compañía y mejorar los resultados de su negocio industrial, especialmente el energético.
Precisamente, el grupo ya fue noticia el pasado 5 de marzo, tras caer cerca de un 5% al anticipar un flujo de caja negativo para 2019.
Culp anticipó estos datos en una conferencia con un analista de JP Morgan y lo justificó en los problemas que atraviesa la división de equipamiento eléctrico de la empresa, que obtuvo un flujo de caja positivo de 4.500 millones de dólares el año pasado.
GE logró regresar a terreno positivo en el último trimestre de 2018, obteniendo un beneficio neto atribuible de 574 millones de dólares (499 millones de euros), frente a las pérdidas de 11.003 millones de dólares (9.572 millones de euros) en el mismo periodo de 2017.
