- Vodafone y Orange no concretan si seguirán la misma estrategia
- La deuda y algunas operaciones fracasadas conducen al alza de las tarifas de la 'teleco' líder en el mercado español
2016 comenzó con sorpresas para los clientes de las tres principales compañías de telecomunicaciones en España. Telefónica aplicó una subida de tres euros en febrero a cambio de ofrecer simetría en sus datos móviles, es decir, 300 megas de subida y 300 de bajada del cliente hacia la red. Orange replicó en marzo con el mismo incremento mensual a cambio también de aumentar las prestaciones de velocidad y datos en banda ancha fija y en móvil y Vodafone se sumó en abril a la carrera para mejorar las condiciones de sus clientes a cambio, eso sí, de un alza de uno, dos y tres euros mensuales, en función de las diferentes tarifas que ofrece la operadora británica en España.
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Pero la compañía que preside José María Álvarez-Pallete, acuciada con una deuda de 50.000 millones de euros, volvió a dar una vuelta de tuerca a su política comercial en junio. Telefónica subió dos euros a cambio de ofrecer 8 de los 10 partidos de fútbol de Primera División en su paquete Fusión -Internet, fijo, móvil y televisión- y cinco euros para los que quisiesen ver a sus ídolos disputando la Champions y la Europa League. Antes de que Pallete asumiese las riendas de la principal empresa de telecomunicaciones española, su antecesor, César Alierta, ya había comenzado el baile de subidas en enero de 2015, que supuso cinco euros más a cambio de que los clientes disfrutasen de una velocidad de bajada de 100 megas a 300 megas de datos móviles.
Si 2015 y 2016 fue un año de crecimiento de precios para los usuarios de Telefónica, 2017 llega con más novedades, como ha adelantado la 'teleco' esta semana. Cinco euros más de subida del coste de las tarifas Fusión de 2 y 4 móviles con el objetivo de que los consumidores vean casi triplicados sus datos móviles. Si hasta ahora los usuarios podían utilizar 3 gigabytes de descarga de datos, ahora pasan a ser 8 gigas, que se pueden intercambiar entre las dos o cuatro líneas contratadas. Es decir, si se tiene contratado el paquete Fusión+2, los 6 gigas totales pasan a ser 16 que pueden consumirse como los clientes quieran entre los dos móviles y en el caso del Fusión+4 los clientes ven aumentados sus datos de 12 gigas hasta 32, la mayor capacidad de datos que se puede contratar en el mercado nacional de las telecomunicaciones.
Aunque hasta el tercer trimestre del año los precios de las telecomunicaciones han descendido un 5,1% respecto al mismo período de 2015, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en abril se dio la mayor tasa de incremento registrada en la serie histórica que recoge el INE desde 2007. En concreto, los precios de las telecomunicaciones subieron un 3,7% de media, aunque lejos de los precios que se llegaron a pagar en 2009, momento álgido de las tarifas de teléfono e Internet.
Todas estas subidas se enmarcan en un momento de compras corporativas que se están dando en el sector: Vodafone adquirió ONO en julio de 2014 por 7.200 millones de euros y Orange hizo lo propio con Jazztel en el verano de 2015 por 3.400 millones. Pero no sólo ha habido movimientos empresariales entre las grandes, sino que la operadora virtual (OVM) MásMóvil se hizo con PepePhone por 158 millones y la última operación del sector también tuvo como protagonista a la compañía que dirige el austriaco Meinrad Spenger al adquirir en otoño Yoigo por 612 millones de euros. La compañía con el logo amarillo es la cuarta operadora en España con una cuota del mercado de la telefonía móvil cercana al 10%. Telefónica tiene un 29,8%, Orange un 27,5% y Vodafone un 25,66%, según los datos de octubre de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
La compañía que preside Álvarez-Pallete no ha podido hacer caja con ninguno de los planes que hasta ahora había planteado
Según los analistas del banco de inversión estadounidense Citi, las alzas de precios del sector se deben en gran medida a la fuerte apuesta que las tres grandes 'telecos' están haciendo por los derechos televisivos del fútbol. Una gran inversión de 2.400 millones de euros que paga Telefónica a Mediapro por emitir todo el fútbol hasta 2018, que también han acometido Orange y Vodafone. Según el propio consejero delegado de Vodafone España, Antonio Coimbra, “el impacto del fútbol es muy grande”, una frase pronunciada en público que deja entrever que lo pagado tiene un difícil retorno debido a la guerra comercial por intentar dar el deporte rey al precio más competitivo: en agosto el operador británico ofreció todo el fútbol por seis euros al mes, que en septiembre elevó hasta 18 euros mensuales. Una circunstancia que se repite en el resto de compañías.
Además, a Telefónica le pesa, como a ninguna otra, una gran losa llamada deuda que suma unos 50.000 millones de euros. La compañía que preside Álvarez-Pallete no ha podido hacer caja con ninguno de los planes que hasta ahora había planteado: la venta de su filial británica O2 a la compañía china Hutchison por el veto de Bruselas a que haya una mayor concentración en ese mercado, que tampoco se pudo dar con otros compradores como fondos de capital riesgo, y la frustrada salida a bolsa de su filial de infraestructuras Telxius.
Ante este escenario, la excompañía pública ha decidido recortar el dividendo para los accionistas en 0,2 euros por acción en 2016, hasta los 0,55 euros y hasta los 0,4 euros en 2017 y volver a la receta de las subidas en la tarifa de su paquete comercial estrella, Fusión. Sin embargo, esta semana un informe de Bank of America echaba por tierra su subida de precios, al considerar que tan sólo un 10% de sus clientes contrata la oferta de Fusión y que el ingreso medio por cliente se reducirá un 13% en los próximos ejercicios. El banco estadounidense señala que el 55% de los usuarios de Telefónica en España ha suscrito el paquete básico Contigo, que tiene un precio de 70 a 85 euros en función de las prestaciones de Internet. Esta bajada de los ingresos medios se produce en gran medida por la reducción de la tarifa Contigo un 50% para nuevos clientes y además por la fuga de usuarios del paquete Fusión hacia otras empresas competidoras, según analiza el analista de Bank of America David Wright.
“Telefónica cerró el tercer trimestre con 3.711.400 abonados, 59.691 menos que en el segundo trimestre del año. Movistar necesita subir unilateralmente las tarifas y de paso marcar tendencia porque las cuentas no le salen, básicamente por el error cometido por la compra de los derechos del fútbol. Para Vodafone y Orange lo más sencillo es seguir la senda de las subidas, pero deben pensar que el mercado es limitado y aprovechar la huida de clientes 'quemados' por las arbitrarias y constantes subidas de precios de Movistar”, comenta Víctor Domingo, presidente de la Asociación de Internautas.
Telefónica cerró el tercer trimestre con 3.711.400 abonados, 59.691 menos que en el segundo trimestre del año, según la CNMC
Domingo remarca que “hay una percepción muy generalizada de que los usuarios de telecomunicaciones estamos pagando derechos de fútbol nos guste o no y eso se va a volver en contra de las operadoras que más se adeuden con ese asunto”. A preguntas de Bolsamanía a Vodafone y Orange ninguna de las dos compañías ha concretado si 2017 va a traer un nuevo aumento de precios, aunque desde la operadora francesa han querido dejar claro que la tendencia de los clientes de demandar más datos va a continuar, por lo que “la compañía se debe adecuar a esto”, apuntan fuentes de Orange.
UNA SUBIDA DE PRECIOS QUE LLEGA CON MULTA
La última semana del año para Teléfonica ha llegado además con una nueva mala noticia. La Junta de Andalucía y la Comunidad de Madrid han impuesto cuatro multas de 6,2 millones de euros en conjunto a la operadora por publicidad engañosa, ya que en 2012 señaló que sus precios de Fusión iban a ser “para siempre”, pero en 2015 los modificó. Sin embargo, desde la 'teleco' ya han avanzado que podrán ganar el recurso de la sanción, pues ya han ganado 33 demandas del mismo caso.
El mal año de Teléfonica puede que continúe en el medio plazo si no logra desprenderse de algunos activos ni reduce su deuda, que podría pesarle más de lo que lo hace ahora si las condiciones financiera se endurecen en los próximos meses. Un 'agujero' empresarial, al final lo acaban pagando todos, clientes, accionistas y los propios directivos.