El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) perdió 905 millones en 2018, lo que supone que recortó sus pérdidas un 5% respecto al ejercicio anterior. La institución que dirige Jaime Ponce cerró el año en situación de 'quiebra técnica', es decir, con patrimonio neto negativo, tras ajustar el valor de su participación en BFA, lo que le supuso un impacto negativo de 297 millones de euros.
Por su parte, Sareb le generó un deterioro de 382 millones de euros por la deuda subordinada que tiene el FROB de la compañía. Es decir, la institución cree que recuperará menos de la deuda que mantiene de la Sareb que el año pasado. Así, el deterioro generado por sus participaciones en BFA (61%) y la Sareb suma 679 millones de euros, menos que el registrado un año antes, cuando fue de 887 millones.
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El Estado perdió otros 950 millones por el rescate bancario en 2017El FROB cerró 2018 con un patrimonio neto negativo de 469 millones de euros. Si se tratara de una empresa, esta situación la dejaría en quiebra, si bien el Fondo está autorizado a continuar operando con patrimonio negativo, amparado por la ley española, que contempla mecanismos para incrementarlo.
Por el momento no está previsto, pero está en manos del Tesoro decidir realizar una inyección al FROB en un proceso que no tendría impacto sobre el déficit. Ya lo ha hecho en anteriores ocasiones, como en 2012, cuando el FROB recibió 6.000 millones por parte de este departamento del Ministerio de Economía. A cierre de 2018, el saldo del préstamo recibido del Tesoro se situaba en 10.456 millones.
Además, el FROB registró un impacto negativo de 118 millones por cambios en las provisiones relacionadas con contingencias legales y los Esquemas de Protección de Activos (EPA) que el Fondo concedió por la venta de Banco Gallego y Banco de Valencia. Por una parte, contabiliza provisiones por 253 millones con las que el Fondo se cubre ante futuras sentencias que pudieran resultar negativas, aunque no detalla a qué procesos puede referirse.
Por otra parte, registra dos impactos positivos en esta partida, concretamente de 95 millones y de 62 millones por liberación de provisiones relacionadas con el EPA de Banco Gallego y por reducción del coste estimado del de Banco de Valencia, respectivamente.
El FROB cerró el año con una tesorería no comprometida de unos 1.103 millones de euros, que se encuentran invertidos en activos de deuda pública del Estado y en la cuenta corriente del Banco de España. El pasado año, el FROB ingresó 18 millones por la tasa que impone a los bancos.
Por su parte, el Fondo de Resolución Nacional (FRN), al que aportan las empresas de servicios de inversión no supervisadas por el Banco Central Europeo, registró un resultado positivo de 42.000 euros y cerró con un patrimonio neto de 4 millones de euros.