Hace una década, los trabajadores de France Télécom protagonizaron una oleada de suicidios. Ahora, siete directivos de la compañía cotizada en el CAC40 se sientan en el banquillo acusados de "acoso psicológico". Está previsto que el juicio, en el que participarán unos 50 testigos, dure más de dos meses.
La gestión empresarial basada en la presión y un clima laboral asfixiante hizo que muchos trabajadores de la compañía de telecomunicaciones francesa no pudieran soportarlo. Los directivos pusieron en marcha "un sistema de acoso generalizado para forzar a 22.000 empleados abandonar la empresa entre 2006 y 2008", denuncian los sindicatos.
Está previsto que el juicio, en el que participarán unos 50 testigos, dure más de dos meses
Coincidiendo con la etapa de transición de un monopolio público en un grupo privado, France Télécom vio como se disparaban los suicidios, las depresiones y las bajas por enfermedad. Entonces, la compañía planeaba despedir a 22.000 trabajadores y 10.000 iban a ser obligados a cambiar de puesto. Sin embargo, cuando en 2009 el caso saltó a la prensa, la empresa decidió suspender los traslados forzosos.
Diez años después, la justicia trata de determinar si la política de la empresa fue la causante de esta "espiral de suicidios". En el banquillo se sientan el antiguo director general, Didier Lombart, su exnúmero dos, Louis Pierre Wenès, y el responsable de Recursos Humanos, Olivier Barberot, todos acusados de acoso moral. Además, serán juzgados por complicidad otros cuatro directivos.
Se enfrentan a un año de cárcel y hasta 15.000 euros de multa en el que es el primer juicio al que acuden directivos de una empresa cotizada en bolsa por su gestión. También, se trata de la primera vez que una empresa del CAC 40 es juzgada en Francia por "acoso psicológico".