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Carlos Torres, presidente de BBVA
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La agencia de calificación crediticia Fitch Ratings ha recortado un peldaño el rating de BBVA, hasta BBB+ dese A-, tan solo un nivel por encima del bono basura, debido a la exposición del banco presidido por Carlos Torres a economías emergentes, sobre todo a México, uno de los países más castigados por el impacto del coronavirus.

Fitch, que ha cambiado su perspectiva hasta 'estable' desde 'negativa' tras el recorte, destaca el "significativo deterioro" de la situación en el país azteca, el mercado que más contribuye a los beneficios de la entidad.

Los analistas de Fitch también remarcan la mala situación en España, con un entorno operativo "en deterioro" y un impacto negativo de la pandemia "entre los más graves de Europa".

El riesgo para BBVA es que su posicionamiento en países muy afectados por el virus provoque un impacto negativo en su perfil de riesgo y en su capacidad para generar beneficios, que "históricamente" ha sido "sólida".

A finales de mayo, el propio Carlos Torres reconoció que la rentabilidad de la entidad se verá "muy afectada" en 2020 y 2021. Además, abrió la puerta a revisar sus objetivos por la crisis del coronavirus. "Sin duda, los objetivos financieros tendremos que revisarlos, porque los niveles de rentabilidad se verán fuertemente afectados este año y el próximo. Las metas previstas en nuestros presupuestos no las podremos lograr", señaló Torres.

BBVA también ha sido noticia este lunes porque el magistrado de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, que instruye el `caso Tandem´, ha apercibido al responsable del informe `forensic´ hecho por PwC sobre los contratos del banco con el excomisario José Manuel Villarejo por falta de colaboración, y le ha pedido que entregue todo el material que tenga en su poder y que fue objeto de análisis para realizar el trabajo de investigación.

En esta causa se investiga la contratación de la empresa Cenyt, propiedad de Villarejo, entre los años 2004 y 2017, por un monto total de más de 10 millones de euros. Durante ese tiempo, Villarejo era policía en activo y supuestamente sometió a espionaje ilícito a empresarios competidores, directivos del propio BBVA adversarios del entonces presidente de la entidad, Francisco González, miembros del Gobierno socialista y responsables de Ausbanc y Manos Limpias.

La semana pasada, Bolsamanía publicó que el PNV estaba metiendo presión para acelerar la fusión entre BBVA y Bankia ante una posible caída del Gobierno. La fusión de Bankia y BBVA cuenta con el apoyo de la primera entidad, del Gobierno y del BCE, y la única oposición hasta ahora venía de la cúpula del banco vasco.

Pero esta resistencia puede ceder por la situación judicial de su presidente, Carlos Torres, debido al ‘caso Villarejo’. En el mundillo financiero se da por hecho que el sucesor de Francisco González en BBVA será imputado por este caso. Y aunque finalmente se salve de una condena, la espada de Damocles de la imputación -que podría extenderse a todo el consejo- le hace mucho más proclive a la fusión planteada por el PNV.

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