Fitch Ratings considera que hasta un tercio de los 40 promotores inmobiliarios chinos calificados por la corporación financiera podría sufrir una crisis de liquidez en un escenario severo en el que los ingresos por venta de viviendas cayeran un 30% el próximo año.
"Cuanto más duren las tensiones en el sector inmobiliario chino, mayor será el riesgo de que se pierda la confianza de los consumidores", afirma Fitch en un informe de la corporación financiera recogida por 'CNBC'.
El sector inmobiliario de China ha sido duramente afectado por una crisis de deuda en los últimos meses, cuando la crisis de liquidez del promotor más endeudado del mundo, Evergrande, llegó a su punto álgido. A principios de este mes, Evergrande entró en suspensión de pagos, mientras que otras promotoras chinas empiezan a mostrar signos de tensión, ya que algunas han dejado de pagar su deuda.
Las ventas de viviendas han caído en picado junto con la confianza de los compradores. Las ventas de viviendas por valor han perdido un 16,31% respecto al año pasado en noviembre, el quinto mes de descensos. Los precios de las viviendas nuevas han bajado un 0,3% respecto al mes anterior, el mayor descenso desde febrero de 2015, según 'Reuters'.
Si las ventas de viviendas residenciales caen un 30%, aproximadamente un tercio de sus 40 promotores calificados podrían entrar en flujo de caja negativo. En un escenario menos severo que el anterior, una caída del 15% en las ventas de viviendas podría hacer que alrededor del 13% de sus promotores calificados sufrieran un déficit de caja.
Los promotores chinos tienen que hacer frente a 19.800 millones de dólares en bonos extranjeros denominados en dólares en el primer trimestre y a 18.500 millones en el segundo, según han estimado los analistas de Nomura recientemente. Esa cantidad del primer trimestre es casi el doble de los 10.200 millones de dólares en vencimientos del cuarto trimestre, afirman los analistas.
En 2022, los promotores inmobiliarios de China se enfrentarán a una cantidad aún mayor de vencimientos de bonos.
A principios de este mes, el sentimiento de los inversores en el sector inmobiliario se vio favorecido por el movimiento de la política monetaria china hacia la relajación. El banco central recortó el coeficiente de reservas obligatorias, o la cantidad de efectivo que los bancos deben mantener como reservas, por segunda vez este año, liberando 1,2 billones de yuanes (282.000 millones de dólares) para impulsar la economía.
Fitch señala en su informe que el entorno operativo para los promotores chinos seguirá siendo difícil y que una "recuperación significativa de las condiciones de financiación y acceso al mercado" no llegará hasta la segunda mitad de 2022.