Si algo se puede afirmar con certeza sobre el futuro de la banca es que no será como la hemos conocido siempre. Lo reconocen los banqueros, pero también los impulsores de las alternativas a la banca tradicional. Entre ellas se encuentra Bnext, que se define como una “entidad tecnológica” y que tras solo dos años de vida ya se plantea dar el salto al exterior este mismo 2019. En esta nueva entidad tienen claro el reto de la banca tradicional: dejar de tener a sus clientes “cautivos” para poder ofrecerles productos de calidad, aunque no sean los suyos.
“Estamos planteándonos una salida internacional. Será más pronto que tarde”, explica Alfonso Sainz de Baranda, chief growth officer de Bnext, en una entrevista con Bolsamanía, en la que adelanta que “antes de final de este año” la compañía dará el salto a “al menos, otro país”.
Esta entidad tecnológica nació hace un par de años gracias a la plataforma de crowdfunding Crowdcube, a través de la cual logró levantar unos 300.000 euros en menos de un día, alcanzando un récord de rapidez en la plataforma. La compañía emplea a día de hoy a medio centenar de trabajadores y trabaja en expandir sus servicios a otro país este mismo año.
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MyInvestor (Andbank) se apoya en la 'portabilidad' de las hipotecas para crecerPor el momento, cuenta con dos productos propios, una cuenta y una tarjeta que ya utilizan unos 200.000 usuarios activos, si bien dispone además de un marketplace en el que oferta productos de inversión a través de alianzas con MyInvestor, entre otros.
Por el momento, la entidad no se plantea comercializar productos como préstamos o hipotecas, para lo que, además, necesitaría tener una licencia bancaria de la que no dispone. “No somos bancos ni tenemos licencia bancaria, y no pretendemos por ahora tenerla”, responde Sainz de Baranda.
El directivo defiende que la entidad ofrezca solo una alternativa en productos como los seguros de viaje (“no hay tanta necesidad de comparación”), mientras que en productos como hipotecas o préstamos lo más interesante es “ofrecer al usuario mucha variedad”. “Aunque tuviéramos licencia bancaria, siempre lo ofreceríamos [esta clase de productos] en formato abierto”, añade.
ABIERTO A ENTRAR EN WHATSAPP PAY
Bnext cuenta desde que nació con un servicio de envío instantáneo de dinero que actualmente está disponible entre cualquier usuario, no solamente los de la aplicación. Es decir, si un usuario de Bnext requiere dinero instantáneo de un no usuario puede mandarle por WhatsApp un link. Al pinchar en él, se le abrirá un TPV virtual como si fuera una compra en el que solo debe introducir su nombre y los datos de su tarjeta para efectuar el pago.
El envío instantáneo de dinero está cada vez más presente en la banca a través de aplicaciones como Twyp o Bizum y lo estará aún más una vez se establezca Whatsapp Pay a final de este año. “En WhatsApp Pay probablemente podamos integrarnos en un futuro, pero el mercado de transferencias entre personas y de pagos en comercios va a cambiar mucho en los próximos años”, explica Sainz de Baranda, que añade que Bnext también tendría la posibilidad de entrar en Bizum.
LA BANCA TRADICIONAL Y EL CLIENTE "CAUTIVO"
Lo que para el directivo está claro es que la banca tradicional va a tener que cambiar. “Gracias a internet y el móvil estamos yendo hacia una contextualización de las finanzas”, señala Sainz de Baranda. Esto es, que en lugar de pedir un crédito para comprar un ordenador, se ofrezca el préstamo mientras se adquiere el producto o que cuando alguien se plantee hacer un viaje su compañía le ofrezca un plan de ahorro para poder pagarlo.
“Cada vez más, los bancos no son algo a lo que vas, sino algo que haces”, resume el directivo, que añade que el sistema “relacional” de la banca tradicional “no es sostenible en el tiempo y crea muchos problemas”.
En su opinión, la banca ha trabajado históricamente contando con un grupo de clientes a los que no cobra comisiones y con los que no gana mucho, pero a los que ofrece una gran cantidad de productos propios que no tienen por qué ser los mejores del mercado. “Eso en poco tiempo va a desaparecer. La gente va a querer acceder a productos que de verdad compitan entre sí”, añade.
El directivo, que valora que la banca española es “de las más avanzadas tecnológicamente del mundo”, cree que “el gran paradigma de la banca española es ver si va a conseguir cambiar a un modelo en el que no tiene a sus clientes cautivos, sino que tiene a sus clientes libres y les puede ofrecer productos financieros de calidad”.