- La noticia se suma a la acusación que lanzó la EPA sobre Fiat este jueves en Estados Unidos
- Los fabricantes de automóviles, sometidos a un fuerte escrutinio desde el escándalo de VW
Las acciones de Renault han caído un 2,89% en el Cac 40 de París, tras subir un 2% en el inicio de la sesión, después de que las autoridades francesas hayan abierto una investigación sobre las emisiones de sus automóviles.
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Este jueves, las acciones de Fiat se desplomaron un 16% tras acusar la EPA de Estados Unidos al fabricante italoamericano de falsear las emisiones en 104.000 de sus automóviles. Pese a que el consejero delegado del grupo, Sergio Marchionne, negó las acusaciones, Fiat sufrió la mayor caída en bolsa de su historia.
En el caso de Renault, según informa Reuters, el fiscal de París ha lanzado una investigación judicial sobre un posible fraude en las emisiones contaminantes, en relación a una investigación estatal sobre la firma francesa. Se trata de un nuevo problema para los fabricantes europeos de automóviles, que se ven sometidos a un fuerte escrutinio por parte de los reguladores desde el escándalo de las emisiones que afectó a Volkswagen.
El conjunto del sector automovilístico se encuentra bajo sospecha por las prácticas realizadas durante los últimos años con los motores diésel
Por el momento, la noticia ha provocado pérdidas del 3% en las acciones de Renault, pero no un desplome como el sufrido por Fiat este jueves. Las acciones del grupo italoamericano subían un 6% antes de la noticia sobre la empresa francesa, pero ahora han limitado su avance al 3%.
Según el diario económico francés Les Echos, tres jueces de instrucción tendrán que determinar si existe engaño por parte de Renault, en los dispositivos utilizados por el fabricante francés para controlar las emisiones de sus automóviles diésel. El fiscal ha ordenado la apertura de la investigación al considerar que puede haber un engaño que afecta a la salud de las personas.
Hace exactamente un año, Renault sufrió una gran caída en bolsa del 10%, tras publicarse que investigadores franceses habían incautado ordenadores del grupo, en relación con un posible fraude en las emisiones de gases. Aunque las autoridades evitaron comparar estas pesquisas con el fraude de VW, lo cierto es que todo el sector se encuentra bajo sospecha por sus prácticas con los motores diésel.
El hecho de que la fiscalía de París haya decidido seguir adelante con la investigación supone un nuevo problema para Renault, porque significa que los hallazgos encontrados son preocupantes y pueden ser constitutivos de delito. Si finalmente se demuestra que el grupo ha falseado las emisiones de sus automóviles, puede suponer un duro golpe a la reputación de la marca no sólo en Francia, sino a nivel mundial.