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FedEx.Sharecast / public domain image

La 'puntilla' de FedEx ha sido lo que le faltaba a una semana bursátil muy complicada. El IPC definitivo de agosto en Estados Unidos ha evidenciado que las cosas siguen muy mal y que, debido a la presión que continuarán ejerciendo los bancos centrales para controlar la situación económica, no tienen visos de mejorar. Los datos macro no paran de dar disgustos. Esto, sumado al contexto geopolítico y a la evidencia de que la recesión es una realidad, mantiene asfixiados a los inversores.

Y luego está el impacto empresarial de todo lo que está sucediendo, tan temido por tantos, un impacto que quedó meridianamente evidenciado a finales de semana en los resultados de FedEx.

FedEx, además, es una compañía dedicada a una actividad (la mensajería) que la hace especial, convirtiéndola en un indicador de lo que está por venir en el plano económico global. "FedEx se puede considerar un indicador de la economía mundial", reconoce Victoria Scholar, responsable de inversión de Interactive Investor. "Es un indicador clásico de la actividad económica", afirma Russ Mould, director de inversiones de AJ Bell.

"Sus débiles resultados ponen de manifiesto el difícil contexto macroeconómico"

Es por esto que su anuncio de retirar el guidance para 2023 y recortar costes, junto con el hecho de presentar unos resultados más débiles de lo esperado para el primer trimestre fiscal (que finaliza el 31 de agosto), tiene unas derivadas que van mucho más allá de los resultados particulares de una empresa.

Precisamente por esto, su desplome del viernes arrastró con especial contundencia a muchas compañías del sector, como Target, UPS y Amazon en Estados Unidos, pero también a empresas europeas que se hundieron en la última sesión semanal, como Deutsche Post o Royal Mail.

"Sus débiles resultados ponen de manifiesto el difícil contexto macroeconómico, ya que la elevada inflación y la preocupación por la ralentización del crecimiento mundial han hecho mella en los volúmenes de envío", añade Scholar.

El consejero delegado de FedEx, Raj Subramaniam, se refirió por su parte a un descenso del volumen global de envíos "a medida que las tendencias macroeconómicas empeoraron significativamente a finales del trimestre". Como consecuencia de todo esto, FedEx se ha visto obligada a cerrar más de 90 oficinas y a aplazar la contratación de personal, entre otras medidas de reducción de costes.

MÁS MENSAJES DE ESTE TIPO

Subramaniam mantuvo el jueves una conversación con el famoso periodista de 'CNBC', Jim Cramer, en la que dijo que cree que una recesión en la economía mundial es inminente.

"El hecho de que FedEx espere que la economía entre en recesión ha hecho que los operadores operen con cuidado, y no hay muchos que estén dispuestos a comprar", explicaba el viernes Naeem Aslam, director de análisis de la firma británica AvaTrade mientras los índices cedían posiciones.

Avisa Aslam de que es muy probable que en los próximos días veamos un mensaje similar por parte de otras empresas, lo que "puede hacer que el sentimiento general sea aún más adverso".

"La realidad es que cada vez son más los CEO que se sienten pesimistas sobre la economía mundial y puede que éste no sea el mejor contexto para que los mercados lo hagan bien", reconoce.

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