La crisis emergente que está afectando a BBVA este año ha llegado al país que más le duele: México. El Gobierno de López Obrador quiere prohibir la mayoría de las comisiones que cobran los bancos en ese país, lo que puede darle un enorme mordisco al granero de resultados de la entidad española. Una amenaza mucho más grave que la de Turquía, que ha devuelto al valor a mínimos anuales y que puede amargar la despedida de Francisco González como presidente.
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La aventura en los países emergentes le había salido bastante mal hasta ahora al BBVA pero con un impacto limitado por el escaso peso en sus cuentas de China y Turquía. Pero si se viene abajo también México, que es la filial que ha mantenido el banco a flote durante la crisis financiera española, la cosa se puede poner fea de verdad. De ahí que el BCE lleve tiempo insistiéndole para que reduzca su exposición a mercados con tanto riesgo.
Las prohibiciones que pretende adoptar el Ejecutivo de López Obrador se refieren a comisiones que no existen aquí desde hace muchos años por la propia competencia en el mercado (y sorprende que sigan cobrándose en México): por ejemplo, consulta de saldos, transferencias a otros bancos o retirada de efectivo en cajeros. En todo caso, son conceptos que engordaban hasta ahora los ingresos del banco y cuya desaparición puede tener un impacto notable.
Este disgusto era la peor noticia posible cuando faltan menos de dos meses para que FG deje el sillón y le sustituya Carlos Torres, y cuando todavía no hay nuevo consejero delegado. Porque, si lo de México se pone feo de verdad, los nuevos gestores del BBVA tendrán que tomar decisiones dolorosas para reducir riesgo: vender Turquía o acometer adquisiciones en España o en otro país de la zona euro con ampliación de capital incluida. Y justo cuando el propio Luis de Guindos le acaba de dar un toque para que refuerce su solvencia.
LA VENTA DE GARANTI, CADA VEZ MÁS CERCA
La salida de Turquía cada vez parece más cercana en el horizonte. Tanto, que el Banco de España -en una defensa pública sin precedentes de una entidad individual- le ha echado un capote diciendo que tampoco tendría tanto impacto vender Garanti con la pérdida acumulada actual.
Si finalmente se confirma esta venta, la aventura de BBVA en Turquía acabará como la de China. FG decidió vender su porcentaje en el banco chino en 2013 con un quebranto total de 2.300 millones al tener que ejecutar la operación a un PER 5, después de que su socio local se limitara durante siete años a apropiarse del 'know-how' del banco español para replicarlo. Ahora, la salida de Turquía podría superar ese quebranto según algunas estimaciones.