La nueva ley hipotecaria establecerá por fin unas reglas del juego claras en cuanto a los gastos de constitución de estos préstamos. Los grupos parlamentarios han acordado incluir en la norma que se encuentra aún en tramitación en el Congreso un reparto de los gastos, dejando a los bancos todos los costes de escritura salvo el de la tasación de la vivienda. Esta circunstancia generará a los bancos un coste de unos 1.000 millones de euros al año.
Por cada hipoteca, el banco deberá asumir entre 2.200 y 3.500 euros que supondrán un coste extra, dado que, por lo general, hasta ahora las entidades no pagaban los gastos hipotecarios, pues lo hacía el cliente. Algunos bancos, incluso, repercutían al consumidor directamente todos los gastos a través de un tipo de cláusula ya fue anulada por el Tribunal Supremo.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), cada mes se constituyen entre 25.000 y 30.000 hipotecas al mes y en agosto, el último dato disponible, fueron 28.755. Tomando esta referencia, asumir los nuevos gastos supondrá para la banca, aproximadamente, entre 740 y 1.180 millones de euros al año.
La legislación española, hasta que el Gobierno decidió la semana pasada legislar sobre el Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados, no contaba con ninguna norma que distribuyera los gastos hipotecarios. El reparto se dejaba en manos de la negociación entre banco y cliente, por lo que en algunos casos las entidades tendrán que asumir más nuevos costes que otros.
Aprovechando la tramitación de la ley hipotecaria, cuyo borrador, presentado hace ahora casi un año, no incluía ninguna medida relacionada con los gastos, los grupos parlamentarios han decidido incluir un reparto claro. El banco asumirá los costes de registro, gestoría, notaría e impuesto, así como la primera copia del contrato.
1.700 EUROS POR HIPOTECA EN NOTARÍA, GESTORÍA Y REGISTRO
En España, la hipoteca media se concede por unos 122.424 euros, de acuerdo con los últimos datos disponibles en el INE. Tomando esta cifra como referencia, el banco deberá asumir un coste medio de unos 1.651,97 euros por los gastos de notaría, gestión y registro, un importe del que la mayor parte corresponde al notario (870 euros).
Por otra parte, las entidades asumirán un coste medio de entre 600 y 1.800 euros por el Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados en cada préstamo, dependiendo de la comunidad autónoma en la que se firme la escritura de la hipoteca. La diferentes regiones gravan con entre un 0,5 y un 1,5% el capital del préstamo. El cliente ya no es el encargado de asumir este gasto desde el sábado pasado, cuando entraron en vigor las modificaciones legislativas impulsadas por el Gobierno para adjudicar a los bancos este coste e impedirles deducírselo.
Al cliente le quedará abonar el coste de la tasación, que realmente se realiza antes de la firma y que para una hipoteca media de 122.424 euros conllevaría un gasto de entre 300 y 400 euros, dependiendo de las dimensiones de la vivienda.
COMISIONES DE APERTURA
De lo que no se librará el cliente será de abonar las comisiones asociadas a la hipoteca, especialmente las de apertura, que dependiendo de la entidad pueden conllevar un coste significativo.
Si bien algunas entidades, como BBVA, Bankia o CaixaBank, ofertan sus hipotecas sin comisiones de apertura, en el caso de otros bancos, como Bankinter, pueden ascender al 1% del capital del préstamo (Bankinter pone, además, un mínimo de 500 euros).
A las comisiones de apertura se suman otras, como la de amortización anticipada, así como los intereses, calculados a partir de un diferencial que algunas entidades ya han comenzado a subir para repercutir el coste del impuesto y que, probablemente, crecerá más cuando entre en vigor la ley, probablemente a principios del año que viene.