- En català:Els fabricants de cotxes reclamen un 'pla renove': la seva producció cau al nivell de 2013
4.163 vehículos. Esos fueron los turismos y todoterrenos que se matricularon en España en el mes de abril. El peor dato de los últimos 20 años, marcado por el estado de alarma y el cierre de todos los concesionarios. Ahora, a mediados de mayo, estos establecimientos vuelven a abrir pero con cita previa y sólo en aquellas zonas que hayan dado el salto a la fase 1 de la desescalada.
Pero levantar los cierres no es suficiente para que el sector recupere la normalidad. Queda mucho terreno por recorrer. Por eso, los fabricantes reclaman un plan de choque que ayude a la industria a revitalizar la producción, como ya ha hecho Alemania. También, a los consumidores, para que apuesten por adquirir vehículos pese a la crisis económica derivada del Covid-19 que puede borrar 700.000 nuevas matriculaciones en el conjunto del año, cuando en el pasado ejercicio las ventas ya iban a la baja y se vendieron 1,25 millones de unidades.
RECUPERAR LA NORMALIDAD
Las factorías españolas del sector vuelven a reactivarse, aunque con los volúmenes de producción mermados y en un entorno incierto. En el primer trimestre del año se produjeron en España algo más de 646.000 vehículos, un 14,6% menos que en el mismo periodo de 2019. Pero ese dato, sólo recoge dos semanas de estado de alarma; mientras que en abril la producción fue prácticamente nula, según reconoce la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac).
La estimación de la industria es cerrar el año con una caída de la producción de cerca de 700.000 vehículos; más que todas las fabricadas entre enero y marzo. De llegar a ese número, supondría volver a un volumen cercano a los dos millones de unidades al cierre de 2020. Sería la cifra más baja de los últimos siete años.
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Economía/Motor.- Los fabricantes europeos de componentes lamentan la "incertidumbre" y piden ayudas a la compraPor ello, el sector reclama un plan de choque que actúe tanto en el producción, con medidas que fomenten tanto la flexibilidad laboral, e impulsen la inversión vía innovación (I+D); como la demanda, a través de las ayudas a la compra de automóviles, que además permitan rejuvenecer el parque automovilístico en plena transición hacia los vehículos de bajas emisiones. Porque, aunque ahora haya quedado en un segundo plano, el Ejecutivo de Sánchez aboga por una economía cero emisiones en 2050.
DAR SALIDA AL STOCK
El primer paso para los fabricantes es dar salida a los coches ya ensamblados. En Nissan, por ejemplo, esperan dar salida cuanto antes al stock acumulado antes de la pandemia, aunque reconocen que la salida de esta crisis va a ser muy lenta. Sobre todo porque todavía no han podido recuperar toda su producción, debido a la huelga indefinida que iniciaron los trabajadores ante las sospechas del cierre de sus instalaciones en Europa.
Y lo mismo sucede con los vehículos comerciales y los camiones. En Iveco prevén una rápida recuperación a medida que los países europeos abran sus actividades productivas y se reactive la demanda de transporte. Tiene una visión más optimista porque no vende coches a particulares, sino que fabrica camiones o furgonetas comerciales. Aun así, aseguran que es necesario un plan de ayudas concreto para reactivar demanda. "Además, sería una óptima oportunidad para dar un paso más en la descarbonización apostando por incentivar la compra de vehículos alternativos", añaden desde la compañía.
El grupo industrial italiano reanudó este lunes su producción en las fábricas de Madrid y Valladolid y, a falta de ayuda gubernamental, trabaja en su propio plan para reactivar el mercado. En concreto, ha lanzado "Muy Renting 2.0", un modelo de alquiler a largo plazo que ofrece el seguro, neumáticos y garantía oficial de la marca para aquellos clientes que lo soliciten antes del 30 de junio.
De momento, el sector ya se ha reunido con el Ejecutivo. En concreto, las asociaciones de fabricantes (Anfac y Sernauto) y las de distribución y comercialización de vehículos (Faconauto y Ganvam) ya han trasladado tanto a la ministra para la Transición Ecológica (y encargada del plan de desescalada), Teresa Ribera; como a la titular de Industria, Reyes Maroto; que la industria del automóvil es un “tractor” de la economía. Recuerdan que cada millón de euros destinado a ayudas a la renovación del parque supone 1,7 millones adicionales de recaudación fiscal, principalmente por IVA y Matriculación y, además, inyecta 3,4 millones más al PIB nacional.