La Administración Federal Avioación (FAA, por sus siglas en inglés) ha informado a Boeing que debe desarrollar un plan de acción integral para abordar sus problemas sistémicos de control de calidad y cumplir, de esta manera, con los estándares de seguridad "no negociables".
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"Boeing debe comprometerse con mejoras reales y profundas", ha dicho el administrador de la FAA, Mike Whitaker, después de su reunión con el consejero delegado y presidente de Boeing, Dave Calhoun, así como con su equipo de seguridad.
"Hacer un cambio fundamental requerirá un esfuerzo sostenido por parte de los líderes de Boeing, y vamos a hacerlos responsables en cada paso del camino, con hitos y expectativas mutuamente entendidos", ha añadido.
Whitaker ha explicado que espera que la compañía proporcione a la FAA un plan de acción integral en un plazo de 90 días que incorporará los próximos resultados de la auditoría de la línea de producción y los últimos hallazgos del informe del panel de revisión de expertos, que fue requerido por la Ley de Certificación, Seguridad y Responsabilidad de Aeronaves de 2020.
El plan también debe incluir los pasos que Boeing tomará para madurar su programa de Sistema de Gestión de Seguridad (SMS), al que se comprometió en 2019. Asimismo, debe integrar su programa de SMS con un Sistema de Gestión de Calidad, que garantizará que se aplique el mismo nivel de rigor y supervisión a los proveedores de la compañía y creará un cambio medible y sistémico en el control de calidad de la fabricación.
"Boeing debe revisar todos los aspectos de su proceso de control de calidad y asegurarse de que la seguridad sea el principio rector de la compañía", ha remarcado Whitaker.
El pasado 12 de febrero, el administrador visitó la planta de producción de Boeing en Renton, Washington, para ver la línea de producción del 737 y escuchar directamente a los ingenieros, mecánicos y otros de Boeing sobre los procesos de control de calidad.
Además, estuvo en la sede de Alaska Airlines para hablar sobre el tapón izquierdo de la puerta central de la cabina que estalló en el vuelo 1282 de Alaska Airlines el 5 de enero en pleno vuelo.
La FAA ha detenido la expansión de la producción del Boeing 737 MAX, está explorando el uso de un tercero para supervisar a Boeing y concluirá su auditoría de supervisión mejorada de los sistemas de calidad de producción y fabricación en las próximas semanas. También se está llevando a cabo una investigación sobre el presunto incumplimiento de Boeing.