La Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) ha identificado problemas de incumplimiento en el control del proceso de fabricación, manipulación, almacenamiento de piezas y control de productos de Boeing.
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Así se desprende de los últimos datos dados a conocer por la FAA como resultado de la auditoría que está llevando a cabo tras el incidente en un vuelo de la compañía Alaska Airlines.
En una reunión en la sede de la FAA la semana pasada, el administrador Mike Whitaker informó al CEO de Boeing y a otros altos directivos que la empresa debe abordar los hallazgos de la investigación como parte de su plan integral de acción correctiva para solucionar los problemas sistémicos de control de calidad.
El plan también debe hacer frente a los resultados del informe del panel de revisión de expertos que examinó la cultura de seguridad de Boeing. La Administración Federal de Aviación ha dado a Boeing 90 días para esbozar su plan de acción.
"Para responsabilizar a Boeing por sus problemas de calidad de producción, la FAA ha detenido la expansión de la producción del Boeing 737 MAX, está explorando el uso de un tercero para realizar revisiones independientes de los sistemas de calidad y continuará su mayor presencia en las instalaciones de Boeing en Renton, Washington, y en las instalaciones de Spirit AeroSystems en Wichita, Kansas", ha explicado la Administración.
