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Con la 'espada de Damocles' de la posible salida de Ericsson de su accionariado -en julio expira el segundo plazo de permanencia en la compañía-, Ezentis tiene muy difícil subir en bolsa. Por mucho que desde la empresa crean que la sueca -dueña del 9,6% del capital- decidirá finalmente quedarse, o por mucho que se muestren optimistas de cara a la llegada de un nuevo accionista -"el que venga lo hará para apoyar", señalan fuentes del grupo-, esta hipotética salida, junto a las especulaciones de que la venta se haría a precios de alrededor de 0,35 euros, está presionando claramente a Ezentis en bolsa.
En el año, la empresa dedicada a la operación y mantenimiento de infraestructuras para las grandes corporaciones energéticas y de telecomunicaciones, se deja un 14% en bolsa. Además, está muy cerca de sus mínimos históricos (0,28 euros) y su aspecto técnico no puede ser más desalentador. "La formación correctiva es impecable. Si ésta se termina cumpliendo, llevaría a la cotización incluso por debajo de los mínimos de todos los tiempos", avisan los expertos de Bolsamanía. Con todo, Ezentis insiste en que nada indica que Ericsson quiera salir, al tiempo que resta importancia a esta futurible marcha y reivindica la fortaleza de su negocio.
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Videoanálisis de Ezentis: de cabeza a por los mínimos históricos"Una primera parte de su participación -5%- la podía haber vendido ya en 2019, cuando se abrió en diciembre una primera ventana, y Ericsson no lo ha vendido. Hay confianza en la compañía y además tienen un consejero con nosotros", apuntan fuentes de la empresa.
Ezentis remarca que no tienen constancia de que Ericsson quiera salir ni de que esté buscando posibles fondos para que se hagan con su porcentaje. "Ericsson no ha comentado nada y además tiene confianza en nosotros porque nosotros tenemos una relación fluida con ellos", afirma. Al mismo tiempo, normaliza una eventual colocación de esa participación cercana al 10% en el mercado.
"En el hipotético caso de que Ericsson acabara vendiendo el 1 de julio, una colocación de un porcentaje de un 9,6% es algo habitual que no debería tener impacto. Además, al ser el accionista mayoritario, esa colocación exige una prima", apunta.
La compañía explica que, quien entre en lugar de Ericsson, si es que finalmente ocurre, lo hará sabiendo que "aquí hay un negocio que está funcionando". "Tocar, no debería tocar nada porque esto está generando. El que entre va a apoyar, va a aportar, va a sumar desde el punto de vista accionarial. Nadie va a entrar a fastidiar. Porque hay potencial, la empresa tiene valor", insiste.
DESCENSOS POR ESPECULACIONES
Para Ezentis, estos descensos en sus títulos se deberían más a las especulaciones sobre la salida de Ericsson y sobre los precios que se bajaran para esa venta que a la evolución de los fundamentales, que califican de sólidos. En su opinión, este sería el motivo por el que la evolución de las acciones no refleja en absoluto su situación empresarial.
En los últimos cinco años, los ingresos de Ezentis se han multiplicado por dos (de 250 a 500 millones), el EBITDA se ha multiplicado casi por tres y el beneficio neto es positivo. "Hemos refinanciado la deuda de la compañía. Hemos reducido al mínimo nuestra participación en Argentina y nuestro primer mercado es España...", enumeran, al tiempo que ponen en valor el momento actual del sector, con la concentración y la tendencia de las operadoras en centrarse en su 'core business' y transferir actividades, lo que les favorece claramente.
La empresa añade que el plan nacional de energía y clima del Gobierno, que se ha puesto encima de la mesa con "cifras extraordinarias" para su despliegue, y en el que van a participar de la mano de sus clientes, también les beneficia, y adelanta que en breve ofrecerá una nueva guía al mercado para el periodo 2022-2023.
"Ezentis es un jugador de futuro", insisten, y reconocen que ahora el precio está "taponado" ante lo que pueda ocurrir a partir de julio.