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Campus RepsolREPSOL - Archivo

El Gobierno de Donald Trump ha colocado Venezuela como una de sus principales prioridades internacionales, lo que puede golpear a las empresas que operan en ese país. Entre ellas, Repsol. Y va a exigirle cambios en su modelo de actividad en el país latinoamericano.

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"Tendremos conversaciones, sin duda, más conversaciones con responsables españoles y con Repsol, y esperaríamos, conforme avanzamos, que algunas actividades de Repsol tengan que cambiar, y eso sería también cierto para otras compañías petroleras extranjeras en Venezuela", ha asegurado el encargado del Departamento de Estado para Venezuela, Elliott Abrams, en una rueda de prensa recogida por la agencia EFE.

No es la única compañía en el punto de mira, porque el Ejecutivo de Washington ya ha decidido imponer sanciones a Rosneft Trading, filial de la petrolera rusa, por entender que ha ayudado al país latinoamericano en el comercio internacional de crudo.

En este caso, las sanciones pasan por congelar todos los de Rosneft Trading y de su presidente, Didier Casimiro, en Estados Unidos, incluidas las instituciones financieras. Ademas, el Departamento del Tesoro de la Administración Trump ha dado 90 días para que se suspenda cualquier tipo de actividad empresarial con esta filial rusa y, en caso contrario, esas compañías también podrían ser sancionadas.

En el caso de Repsol, la vía del diálogo aún está abierta porque, según reconoció en la citada rueda de prensa el representante del Departamento de Estado, "Repsol siempre ha cumplido las leyes de Estados Unidos y las sanciones de Estados Unidos en todas sus actividades".

"En nuestras conversaciones previas con representantes de Repsol [en referencia a sus abogados], siempre ha dicho 'somos una compañía global que cumple con las leyes en todas partes". En este mismo sentido, Abrams también reconoció que se mantendrá informado a representantes del Gobierno español para que "tuvieran algún tipo de notificación".

Previsiblemente, la respuesta de Repsol llegará mañana, porque la compañía presenta sus resultados de 2019 y su evolución en Venezuela, donde ha ido rebajando su exposición en los últimos años, será una de las cuestiones que centren la atención.

Al cierre de los nueve primeros meses del ejercicio, la exposición patrimonial de Respol en Venezuela se situaba en 351 millones de euros (un 23% menos que un año antes). La compañía española recibe crudo venezolano en pago de las deudas acumuladas, lo que le permite no infringir las sanciones estadounidenses a la petrolera estatal venezolana Pdvsa.

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