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El Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que Santander España va a poner en marcha este año tras la integración de Popular afectará a miles de empleados de las sucursales bancarias, pero también a algunos de los servicios centrales. La negociación aún no ha comenzado, pero algunos sindicatos explican que el ajuste no se circunscribirá a la plantilla de las sucursales.
“Si es un ERE de sucursales también afecta a las direcciones territoriales”, apuntan fuentes de STS, que explican que desde el edificio de la A-2 de Madrid, donde se ubica la plantilla de Santander España, se gestionan los servicios centrales de la filial nacional, que “se pueden ver afectados porque dan servicio a las direcciones territoriales”.
Dependiendo de qué provincias se vean más afectadas por el ajuste, en la misma medida lo estará cada una de las trece direcciones territoriales en las que se estructura Santander España, que son responsables de la red de cada provincia, explica STS.
La empresa todavía no ha convocado a los sindicatos a negociar, por lo que no están establecidos los plazos. Algunos sindicatos creen que las conversaciones se pondrán en marcha en marzo, una vez pasadas las elecciones sindicales de los bancos, que fueron el pasado miércoles, mientras que otros creen que es posible que la entidad espere a presentar su plan estratégico para iniciar las conversaciones.
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La plantilla de Santander teme un ajuste de 4.000 personas tras PopularLas líneas estratégicas de la entidad se darán a conocer en Londres el próximo 3 de abril y es posible que la entidad aproveche ese momento para comunicar al mercado cuántas sucursales cree necesario cerrar.
El ajuste podría afectar a unas 1.100 o 1.200 oficinas de las 4.366 sucursales con las que cuenta Santander España, de acuerdo con fuentes sindicales. Pero por el momento, Santander solamente ha avanzado que prevé tener una rentabilidad sobre capital tangible (ROTE) de entre el 13% y el 15% en 2021 y una ratio de capital CET1 del 11-12% dentro de tres años.
Desde STS tienen el ojo puesto en el ajuste que CaixaBank está negociando con los sindicatos y que, por el momento, afectará a 2.157 empleados. Según apuntan fuentes de la organización sindical, la entidad de origen catalán ha tratado siempre muy bien a sus empleados y, aún así, está proponiendo duras condiciones a los representantes de los trabajadores.
MODERA SUS PLANES INICIALES
El diario Expansión publicaba el pasado viernes que el ajuste afectará a unos 3.000 empleados de las sucursales, una cifra elevada, pero inferior a la que inicialmente temía la plantilla de la entidad, que alcanzaba los 4.000 despidos sin tener en cuenta la reestructuración de trabajadores que llevó a cabo Santander al poco de comprar Popular.
CCOO cree que es “precipitado” hablar de cifras, dado que aún no han comenzado las conversaciones y la empresa no les ha comunicado nada aún. Preguntado por esta cuestión, Santander no quiso hacer comentarios.
El único acercamiento ha sido la firma de un protocolo por el que el banco se compromete a no utilizar medidas traumáticas en el proceso y a no decidir sobre movilidades geográficas, cambios en las condiciones laborales o despidos colectivos sin obtener previamente el visto bueno de la representación sindical.