Entre 200.000 y 300.000 euros por salida: así serán los EREs masivos de la banca

Los EREs que más polémica han despertado son los de CaixaBank y BBVA. En el primer caso, debido a la magnitud del ajuste (casi 8.300 empleados) y al hecho de que la entidad haya exigido que la mitad de las salidas sean de menores de 50 años. Además, el Estado es accionista con un 16% del capital, lo que ha puesto en aprietos al Ejecutivo.

El banco ya ha anticipado que provisionará 2.400 millones de euros para acometer el proceso, lo que arroja un saldo medio de unos 290.000 euros. Los sindicatos ya han amenazado con movilizaciones y desde el Gobierno se han lanzado varios mensajes para que se reduzcan los despidos.

Tanto Goirigolzarri como Gortázar quieren liquidar esta incómodo asunto lo antes posible, pero las fuentes consultadas afirman que “si el plazo que han dado es el 1 de julio, estaremos negociando hasta la madrugada del 31 de junio”. Así las cosas, se anticipa una negociación hasta el último minuto que obligará al banco a realizar concesiones y alcanzar un acuerdo para evitar el ‘ruido político’ y salvar la cara al Gobierno.

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Otro ERE que ha despertado una gran polémica ha sido el de BBVA, sobre todo porque la cifra de casi 3.800 salidas ha sido bastante más elevada de lo previsto. En un principio, los cálculos apuntaban a 3.000 despidos, pero el banco presidido por Carlos Torres ha decidido realizar un ajuste mayor, al contar con el respaldo de los fondos obtenidos por la venta de su negocio en EEUU.

Los sindicatos ya han calificado el ERE como “salvaje y vergonzoso”, y del mismo modo que con CaixaBank, negociarán al límite para obtener las mejores condiciones. La entidad aún no ha facilitado una cifra de provisiones para acometer este proceso, pero aplicando un rango aproximado de entre 200.000 y 300.000 euros por empleado, la cantidad oscilará entre 760 millones y 1.140 millones de euros.

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Como referencia, uno de los ERE que ya está en marcha en España, el del Santander, afectará a 3.572 empleados. El banco presidido por Ana Botín provisionó 700 millones de euros para este proceso, lo que arroja un saldo medio por empleado de 195.000 euros.

Dentro del banco cántabro, la situación entre la plantilla es de una elevada presión, porque supone un duro ajuste que, a su vez, aumenta el trabajo de la plantilla de la red de oficinas, ya de por sí muy saturada. "Estamos al límite de trabajo", reconocen fuentes consultadas por Bolsamanía.

Por su parte, Banco Sabadell, cuyo ERE para 1.817 empleados está casi terminado, ha realizado el proceso de una manera muy suave y sin polémicas mediante salidas voluntarias y prejubilaciones. El banco ofreció prejubilaciones con el 75% del salario anual hasta los 63 años, con un máximo de 280.000 euros para los nacidos entre 1958-1961; y de 300.000 euros para los nacidos entre 1962-1964.

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La entidad, que priorizó en todo momento la paz social, se anotó una provisión de 314 millones de euros por este proceso con cargo al cuarto trimestre de 2020, que a su vez financió con las plusvalías de su cartera ALCO. Esto arroja un saldo por empleado de unos 172.000 euros.

Por último, faltan por confirmarse las salidas que implicará la fusión entre Unicaja y Liberbank. Las cifras que se manejan anticipan la salida de entre 1.500 y 1.900 empleados. Los sindicatos de la entidad malagueña ya se opusieron al nombramiento de Manuel Menéndez como CEO de la entidad combinada, por lo que todo hace prever que la negociación en este proceso también se realizará a cara de perro.

A buen seguro, las conversaciones se alargarán hasta el límite porque ambas partes quieren conseguir sus objetivos. El máximo ahorro de costes posible para las entidades y las mejores condiciones para los empleados que saldrán en estos procesos, que están suponiendo una vuelta de turca para los trabajadores de la banca.